Este coloso de los tatamis sólo necesitó 11 minutos para imponerse en los seis combates, entre ellos contra el surcoreano Kim Sung-min al que despachó en semifinales en 44 segundos. En la final dio buena cuenta del alemán Andreas Toelzer. Tras derrotar al germano hizo una dedicatoria muy especial:
"Es un triunfo de muchos componentes. Mi entrenador, mis padres que me inculcaron el respeto, la modestia y la disciplina. Los buenos amigos y la entrega al deporte", confesó.
Con 18 años se convirtió en el más joven campeón mundial pero en su horizonte tiene una cita pendiente: los Juegos Olímpicos de Londres 2012. En la cita de Pekín sólo alcanzó la medalla de bronce. FUENTE
