Tras tres días de competición en la que ElPozo y el Barcelona solventaron sus eliminatorias con la posibilidad de reservar ciertas fuerzas de cara a la final, llegó el día en el que la Copa se decidiría. Los primeros minutos de tanteo ofrecieron una calma chicha. No era difícil intuir la tempestad de fútbol sala y tensión que se avecinaban ante la calidad de ambos y el premio en disputa.
Bebe inició las hostilidades. Después de ir afinando su punto de mira, ElPozo golpeó primero con un gol que golpeó salvajemente en el larguero antes de atravesar la línea defendida por Sedano, que vio impotente el misil murciano.
La temperatura fue en aumento, con roces entre jugadores y amagos de tanganas que los árbitros intentaron guiar sin hacer uso de las tarjetas. Especialmente caliente fue el encontronazo entre Adri y Fernandao, que se regalaron sendas caricias que terminó con ambos jugadores en el banquillo, uno -Adri-, con una bolsa de hielo en el rostro; y otro -Fernandao-, apaciguándose antes de que mediara alguna amonestación.
Marc Carmona solicitó entonces tiempo muerto para canalizar la furia de los azulgranas hacia un objetivo más productivo. Dicho y hecho. En tres minutos, justo antes del descanso, dos disparos de Torras desde la frontal del área volvían a situar al Barcelona por delante, ante la sorpresa de los murcianos, que se creían dueños del control del partido hasta ese momento.
Duda intentó recuperar el ánimo de sus jugadores en los vestuarios, y se notó cierto ímpetu renovado con varios ataques sobre la portería de Sedano, aunque este no tuvo que intervenir con tanta asiduidad como en la primera mitad.
El Barcelona esperó cauto su oportunidad, y tras un par de balas de fogueo, llegó el cañonazo de verdad, el de Fernandao. Su disparo cruzado llevó tal fuerza que Rafa sólo vio el balón cuando ya había besado las redes y situado el 3-1 en el luminoso.
ElPozo intentó reponerse, pero ya nada fue lo mismo. Las imprecisiones y los errores que no suelen verse habitualmente aparecieron, y los de Duda fueron nuevamente castigados por Jordi Torras, que culminó su obra maestra con el 'hat-trick' que lo situó como el mejor jugador de la final.
Los murcianos se lanzaron entonces a tumba abierta a recortar diferencias, con Gréllo como portero-jugador, intentando lo que nadie hasta el momento consiguió en la Copa, marcar más de dos goles al Barcelona, tiránico todo el fin de semana en el apartado defensivo.
Álex despertó a la hinchada murciana de su letargo anotando el segundo de los 'charcuteros', y esta respondió al grito de “sí se puede” a falta de cinco minutos para el final.
Estos cinco minutos se consumieron entre cánticos de ambas aficiones, demostrando la grandeza de la Copa de España, que acogió durante cuatro días el mejor fútbol sala del país. El Barcelona venció demostrando una superioridad aplastante, aunque ElPozo ha tomado nota e intentará enmendar sus errores en la Liga, donde ambos volverán a ser los máximos favoritos. FUENTE
