En
un día donde los nombres propios de Michael
Phelps, Katie Ledecky y Katinka Hosszu serán las que cubran
titulares de prensa, para mi lo más importante es que la actuación de la
española Mireia Belmonte en esta
cuarta jornada nos ha devuelto la ilusión a todos los aficionados de ver a
nuestra mejor nadadora nuevamente en el podio de Rio de Janeiro, e incluso
algunos soñamos con verla en lo mas alto, algo que no es descabellado…
El
cambio generacional ha llegado a los 100 Libres masculinos, y eso se pudo ver
en las series calificatorias que abrieron la cuarta jornada de competición en
la piscina olímpica de Rio de Janeiro. Y es que el mejor tiempo de las ocho
series lo marcó un joven australiano de 18 años llamado Kyle Chalmers, que batía el record mundial júnior con 47:90,
seguido del estadounidense de 19 años Caeleb
Dressel (47:91) y del británico de también 19 años Duncan Scott (48:01). Y es que los veteranos sufrieron mucho ya
solo para pasar a semifinales, como el caso del campeón mundial chino Ning Zetao, que fue decimocuarto con
48:57, y el vigente campeón olímpico, el estadounidense Nathan Adrian, que con 48:58 se hizo con la última plaza para semis.
El mejor de los “a priori” favoritos fue el australiano Cameron McEvoy, cuarto mejor crono con 48:12. Eliminados quedaron
como nombres destacados los del francés Jeremy
Stravius y el argentino Federico
Grabich, bronce mundial en Kazan.
Sensacional
la actuación de Mireia Belmonte en
las series de los 200 Mariposa femenino marcando el mejor tiempo total tras
vencer en su serie con una marca de 2:06:64. Muy cerquita de ella se han
situado las dos estadounidenses con el mismo tiempo, 2:06:67 tanto Cammile Adams como Hali Flickinger. La húngara Liliana
Szilagyi ha pasado con el cuarto mejor tiempo, la australiana y mejor marca
de la temporada Madeline Groves con
el quinto, la japonesa Natsumi Hoshi
con el séptimo y la china Yufei Zhang
con el octavo.
La
otra española que disputaba esta prueba, Judit
Ignacio, no se pudo clasificar para semifinales después de ocupar la sexta
posición de su serie con 2:09:82, ocupando la vigésima posición final.
La
sorpresa en esta prueba nos la daba Katinka
Hosszu, que renunciaba a disputar las series para centrarse en conseguir el
oro de los 200 Estilos, lo cual favorece el camino de nuestra Mireia en sus aspiraciones por el podio
o incluso el oro.
Las
siguientes series que se disputaron correspondieron a los 200 Braza masculinos,
donde también se produjo la inesperada actuación del ruso Anton Chupkov, que realizó la mejor marca de todos los
participantes con 2:07:93, por delante del japonés Yasuhiro Koseki (2:08:61) y el británico Andrew Willis (2:08:92). Los grandes favoritos se reservaron un
poco en estas series, como es el caso del campeón mundial, el alemán Marco Koch, o los estadounidenses Kevin Cordes y Josh Prenot, que pasaron sin problemas a semifinales. Los que no
pudieron pasar de ronda fueron el campeón olímpico de Londres, el húngaro Daniel Gyurta, y el medallista de plata
en los 100 aquí en Rio, Cameron Van der
Burgh.
Para
finalizar las series calificatorias de la mañana se disputaron las
correspondientes al relevo 4x200 Libres masculino, donde contábamos con
participación española. Saltaron a la piscina Víctor Martín, Miguel Durán, Albert
Puig y Marc Sánchez con la
intención de batir el record de España e intentar meterse en una final que
estaba muy dura, pero desgraciadamente no pudieron conseguir ninguno de esos
objetivos a pesar de su buen desempeño, puesto que tras ser sextos en su serie
con un tiempo de 7:12:62 se vieron relegados a la duodécima posición final.
El
mejor tiempo correspondió al cuarteto de Gran Bretaña, que con 7:06:31 en la
segunda serie mejoraba el 7:06:74 de los estadounidenses en la primera, entre
los que se vio del debut en Rio de todo un mito de la Natación como Ryan Lochte, que cerró el relevo de su
equipo. El tercer mejor crono fue de Rusia con 7:06:81. Se presenta una final
apasionante, puesto que además se prevé que se produzcan cambios en los
cuartetos de los países que darán mucho mas nivel a la final, incluyendo la
posible inclusión por parte de los estadounidenses de Michael Phelps.
Las
pruebas de la tarde se abrían con unas apasionantes semifinales de los 100
Libres masculinos, donde todo un “viejo rockero” como Nathan Adrian dejó claro que lo de la mañana había sido un exceso
de relajación y marcó el mejor tiempo de las dos semifinales parando el crono
en 47:83, por delante del sorprendente Kyle
Chalmers, que volvía a rebajar la plusmarca mundial júnior para dejarla en
47:88, siendo el tercer mejor tiempo para su compatriota Cameron McEvoy con 47:93, la misma marca que el canadiense Sandro Condorelli, y el quinto tiempo
fue para Caeleb Dressel con 47:97,
siendo los únicos cinco que bajaron de 48 segundos. Se quedaron fuera de la
final gente tan importante como Ning
Zetao, Luca Dotto o Vladimir Morozov.
La
esperada final de los 200 Libres femeninos, el gran duelo entre Ledecky y Sjostrom no decepcionó, y pudimos disfrutar de una carrera
apasionante en la que Ledecky cogió
la estela de la australiana Emma McKeon,
que salió lanzada, pero justo tras pasar la mitad de la prueba Ledecky se puso por delante, dando el
último giro con 4 décimas de ventaja sobre Sjostrom.
El último largo estuvo cargado de tensión, con Sjostrom acercándose hasta casi ponerse a la altura de Katie Ledecky, pero esta sacó fuerzas
para dar un último tirón que le dio el oro con 1:53:73, relegando a Sarah Sjostrom al segundo lugar y la
medalla de plata con 1:54:08. En la lucha por el bronce se impuso Emma McKeon con 1:54:92, aguantando la
ventaja que cogió al principio sobre la italiana Federica Pellegrini, que reaccionó demasiado tarde y no tuvo tiempo
de alcanzar la medalla.
Momento
mágico el que se vivió en la final de los 200 Mariposa masculino, especialmente
cuando Michael Phelps tocaba la
pared en primer lugar para pasar a la historia, una vez más, por ser el primer
nadador de más de 30 años que conseguía un oro olímpico en una prueba
individual y por colgarse al cuello su vigésimo oro olímpico.
La
final fue dominada por Phelps casi
desde el principio, aunque el paso por el 50 lo dio en primer lugar Laszlo Cseh, algo contrario a su estilo
habitual. Tras el giro Phelps empezó
a coger ventaja sobre todos su rivales y al llegar al 150 seguía en cabeza, con
Le Clos en segundo lugar, lo que
despertaba los fantasmas de la final de Londres. Phelps había dado todo y empezó a acusar el cansancio de una prueba
tan dura como esta, pero aún le quedaron fuerzas para aguantar el empuje final
del japonés Sakai y del húngaro Kendelesi, alzándose con el oro gracias
a su 1:53:36, solo cuatro centésimas por delante del inesperado Masato Sakai (1:53:40), siendo el
bronce para Tamas Kendelesi
(1:53:62), que superó a Chad Le Clos
para privarle de medalla. Laszlo Cseh
se hundió para acabar finalmente séptimo a casi tres segundos de Phelps.
Había
llegado el momento de ver si Mireia
Belmonte refrendaba las buenas sensaciones de la mañana en las semifinales
de los 200 Mariposa femenino, y a fe que lo hizo. Mireia nadó en la segunda de las semifinales, y desde la calle 4
controló la carrera, conocedora de los tiempos de la primera semi, y no se cebó
en seguir a Madeline Groves,
poseedora de la mejor marca mundial del año, que salio disparada desde el
inicio. Mireia mantuvo la calma y
fue progresando paulatinamente hasta prácticamente alcanzar a la australiana y
hacer el segundo mejor tiempo de todas las semifinalistas con 2:06:06, solo por
detrás de Groves (2:05:66), que a priori
será su gran rival en la lucha por el oro. Habrá que tener muy en cuenta
también a las chinas Yilin Zhou
(2:06:52) y Yufei Zhang (2:06:95),
así como a la actual campeona mundial y bronce en Londres tras Mireia, la japonesa Natsumi Hoshi (2:06:74), sin olvidar a
las dos estadounidenses. La sorpresa fue la eliminación de la actual campeona
de Europa, la alemana Franziska Hentke.
Nuevas
sorpresas y nuevos nombres a tener en cuenta nos ofreció las semifinales de los
200 Braza masculino, donde el mejor tiempo fue marcado por el japonés Ippei Watanabe, que con 2:07:22 batía
el record olímpico. También sorprendió que el segundo mejor crono
correspondiese al británico Andrew
Willis con 2:07:73, por delante de los principales favoritos: Josh Prenot, Kevin Cordes y Marco Koch.
Habrá que prestar mucha atención también a los otros clasificados para la
final, Yasuhiro Koseki, Anton Chupkov y Dmitriy Balandin, puesto que están todos en menos de un segundo y
cualquier cosa puede suceder en una final olímpica.
Había
llegado el momento de ver si Katinka
Hosszu había acertado al renunciar a la disputa de las series de los 200
Mariposa, que le hubiese dejado apenas media hora de descanso antes de esta
final, la de los 200 Estilos femeninos, en la que partía como gran favorita
pero con una rival a priori muy dura en la británica Siobhan-Marie O’Connor, a tenor de los visto en las semifinales de
ayer. Y tras ver la prueba hay que decir que la húngara acertó de pleno, puesto
que sufrió lo indecible en el último largo para mantener la amplia ventaja que
había adquirido en los tres primeros estilos para finalmente colgarse su tercer
oro en Rio con 2:06:58, nuevo record olímpico. La plata fue para O’Connor con 2:06:88, a solo treinta
centésimas de Hosszu. El bronce, ya
a mas de dos segundos, fue para la estadounidense Maya DiRado con 2:08:79, que supo aguantar el empuje final de su
compatriota Melanie Margalis.
Aunque
no participó en las pruebas de la mañana, se intuía la presencia de Michael Phelps como componente del
cuarteto estadounidense que disputaría la final de los 4x200 Libres masculino,
noticia que se confirmó poco antes de empezar la sesión de la tarde, en un
cuarteto donde solo repetía Ryan Lochte.
Phelps sería el último relevista,
con apenas una hora de descanto tras lograr su vigésimo oro, pero eso no iba a
hacer menguar el hambre de medallas y la ilusión que se le nota al “Tiburón de Baltimore”. Y es que Estados Unidos tomó la iniciativa desde
el primer relevo realizado por Conor
Dwyer, cobrando una ligera ventaja que Townley
Haas se encargó de ampliar para dejarle a Ryan Lochte mas de dos segundos de ventaja sobre sus rivales, y
aunque Lochte realizó el relevo mas
flojo de los cuatro, le dio a Michael
Phelps suficiente ventaja para que este incluso la ampliase y parase el
crono en 7:00:66. La plata, a casi dos segundos y medio de los estadounidenses,
fue para Gran Bretaña con 7:03:13,
gracias a un impresionante último relevo de James Guy que logró remontar la desventaja que tenían con Japón, que se tuvo que conformar con el
bronce con 7:03:50. La cuarta plaza fue para una decepcionante Australia y el quinto puesto para Rusia. Vigesimoquinta medalla olímpica,
vigesimoprimera de oro, para un nadador de leyenda: Michael Phelps.
10
de Agosto de 2016: Esa es la fecha en la que la Natación española puede
hacer historia de la mano de Mireia
Belmonte, y nada me gustaría más que responder a la pregunta “¿Conseguirá Mireia la primera medalla de oro de la Natación femenina
española y emulará el conseguido por Martín
López-Zubero en Barcelona’92?” con un SIIIIIIIIIIIII que se oiga
en toda España.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO