
Tsitsipas frenó al único exponente brillante de una generación que se quedó en tierra de nadie y aún no ha logrado triunfar, Dominic Thiem. A sus 26 años, el austriaco hincó la rodilla (6-7 (6), 6-2 y 7-6 (4) en 2 horas y 35 minutos) ante un rival que ha derribado la puerta con un tenis versátil y una valentía con la que intimida incluso a los más grandes.
Por octava vez en la historia de la competición se disputaron la victoria dos debutantes en la final. El resultado fue un campeón nuevo, el cuarto diferente en los cuatro últimos cursos (Murray, Dimitrov, Zverev y Tsitsipas), algo que no sucedía desde el intervalo entre 1988 y 1991, cuando triunfaron Becker, Edberg, Agassi y Sampras. Tsitsipas es el vencedor más joven desde Lleyton Hewitt en 2001 y sexto en la lista de tenistas de menor edad que han ganado la Copa de Maestros, tras McEnroe (19), Sampras, Agassi y Hewitt (20) y Becker (21 y 13 días).

Estaba cantado que la final sería igualada. Y así fue en el primer y el tercer set. El segundo lo tiró Thiem cuando se vio con dos quiebres abajo nada más empezar. El heleno fue más agresivo, subió más, y el austriaco fue más sólido desde el fondo al aplicar su habitual potencia en el golpeo. Al final, la diferencia estuvo quizá en los errores no forzados (40 de Thiem y 16 de Tsitsipas) y en el saque, con mejores porcentajes para Stefanos (83% de tantos con primeros). FUENTE