Nyck de Vries fue el más listo de la parrilla en la primera carrera del ePrix de Valencia, una cita caótica incluso para los estándares de la Fórmula E. La lluvia y los constantes accidentes y problemas de los monoplazas convirtieron la carrera en una prueba de eliminación en la que la gran mayoría de pilotos vieron cómo se quedaron sin batería antes de ver la bandera a cuadros. De Vries gestionó mejor que el resto sus recursos y llegó con su Mercedes a meta sumando 25 puntos vitales en la lucha por la general, completando el podio Nico Müller y Stoffel Vandoorne. Los Audis de Nick Cassidy, René Rast y Robin Frijns llegaron en 4ª, 5ª y 6ª plaza respectivamente.
El festival de accidentes lo inició André Lotterer, al querer meter su coche por donde no había espacio, golpeando a Buemi en una curva muy cerrada del Ricardo Tormo y generando un tapón que obligó a los pilotos que venían por detrás a hilar muy fino para evitar una nueva colisión. Dirección de Carrera terminó sancionando al alemán, que más adelante terminaría fuera de la pista por sus propios medios.
Esto ocurrió en la primera vuelta, pero más adelante fueron cayendo otros muchos pilotos: Günther, Sette Câmara, Mitch Evans, el propio Lotterer... La carrera se había convertido en una cuestión de supervivencia en la que el coche de seguridad tenía que salir cada pocos minutos.
El último giro fue especialmente dantesco, ya que varios pilotos se encontraban con la batería de sus coches en las últimas, protagonizando imágenes como las de los dos NIO, que se quedaron sin potencia al mismo tiempo. Alexander Sims y Oliver Rowland fueron descalificados por tener más potencial del permitido y el principal favorito, António Félix da Costa (7º), se quedó sin fuelle por los cuatro safety cars que aparecieron a pesar de liderar la carrera en gran parte de ella. FUENTE
