Por primera vez, Ronda Rousey alza el cinturón femenino de SmackDown, eso sí, su segundo título en WWE tras ya haber conseguido anteriormente el de RAW. Venció para ello a Charlotte Flair en el PPV de Backlash, en un combate de I Quit Match.
Ambas luchadoras utilizaron varios objetos durante el combate. De hecho, Ronda consiguió la victoria con un Armbar, sometiendo a Charlotte con una silla durante la llave de sumisión. Con ello, la hija de Ric Flair tuvo que decir "I Quit" y perdió la lucha y el título de SmackDown a favor de Ronda Rousey.