Los Buffalo Bills siguen sin dar pie con bola y en el Monday Night Football de la Week 10 de la NFL, cayeron por 24-22 ante los Denver Broncos. Es la cuarta derrota en sus últimos seis partidos, algo sorprendente ya que en la previa de la temporada un año más se eregían como uno de los favoritos a todo.
Buffalo pasa a tener un balance de 5-5 y a estar en la parte baja de la tabla de la conferencia AFC. Están viendo cómo la clasificación a los Playoffs incluso empieza a peligrar para ellos. Aunque aún queda mucha temporada, la competitividad en esta conferencia es tremendamente dura. Y perde partidos así con rivales a priori mucho más débiles, empieza a costar caro.
Por parte de los Broncos, están sorprendiendo últimamente y llevan tres victorias seguidas (4-5) contra los campeones Kansas City Chiefs, frente a Green Bay Packers y ahora ante Buffalo. Igualmente, se mantienen como el tercer peor equipo de la Conferencia Americana y solo alargar esta buena racha les podrá hacer resurgir de sus cenizas.
2 INTs y hasta 3 fumbles de Buffalo hubo en el partido
Los Bills tuvieron un juego fatídico. Josh Allen se mantiene como el quarterback con más intercepciones en la liga (11). Y concedieron hasta cuatro pérdidas de balón. Desde el minuto uno la ofensiva fue orrenda. Los Bills empezaron de las peores maneras posibles. En el primer snap, balón con James Cook y Ja'Quan McMillian se lo arranca de las manos para un fumble tempranero. Con ello, los Broncos se adelantaban a través de un field goal de 40 yardas de un irregular Will Lutz.
El segundo pase de Allen (117 yardas, 15/26) se veía interceptado pero Alex Singleton no conseguía recibir dentro del campo. Igualmente hubo un holding de su línea ofensiva, del rookie O'Cyrus Torrence. A pesar de ello, Latavius Murray lograría mover las cadenas en este drive, pero un drop de Gabe Davis facilitaba otro turnover, con Justin Simmons interceptando ese regalo. Al menos, la defensa de los Bills iba apaciguando esos errores.
Además, Buffalo iba a encontrar otro lastre en este partido. Sus receptores durante la primera parte. Los dropeos se sucedían y en ataque apenas conseguían generar yardas. Mientras tanto, al fin y al cabo llegaría el primer drive de los Broncos amenazando en la zona roja. Y aunque se quedaron en un 4&2, se lo jugaron y de forma extrema, Courtland Sutton clavó los pies antes de salirse para recibir como completo el apurado pase de Rusell Wilson ante la presión de la defensa. El extra point daba a un palo por lo que tendríamos un 9-0 en el marcador.
Murray y Cook despertaron a los Bills
Parece que ese touchdown activó por fin a la ofensiva de Buffalo. El veterano Latavius Murray (68 yardas) siguió empujando, apareció Stefon Diggs por fin en la noche y Josh Allen lanzaría un profundo de 22 yardas para el rookie Dalton Kincaid que recibía en la endzone. Gabe Davis daba dos puntos para el 9-8.
Con una big play de 30 yardas de Sutton, Denver no tardaba en regresar a territorio enemigo. Al menos colocaban un nuevo tiro de campo, de 49 yardas, para marcharse en principio al descanso con el mando del partido por 12-8. Pero no nos íbamos a ir a vestuariossin antes recibir otro turnover los Bills. Fabian Moreau saltaba alto y se anteponía a un mal pase de Josh Allen. Acción que regaló otros tres puntos y ahora sí, una ventaja de al menos un touchdown (15-8).
En la primera parte Wilson solo había fallado dos pases de sus 14 intentos y había rebasado el centenar de yardas. Pero Allen ni siquiera llegaba a las noventa yardas, con nueve envíos efectivos y de los seis fallados, dos habían acabado en intercepción.
En el tercer cuarto cambiaron ligeramente las tornas. Denver perdería un fumble. Sutton intentando salvar un tercer down, acabó soltando el balón y Rasul Douglas lo recuperaba. Tras ello, impulsados por una recepción de 24 yardas de Khalil Shakir, Murray obraría el touchdown del empate a 15 puntos.
Josh Allen puso un TD insuficiente
No estaban bien los ataques durante este tercer periodo. Solo íbamos a ver despejes de balón y errores propios. Y los Bills sufrieron una de cal y otra de arena. Gabe Davis protagonizaba una recepción de 38 yardas. Pero después, le tocaba a Josh Allen perder el ovoide, con un fumble que tomaba Alex Singleton. Igualmente, pasarían otro par de posesiones sin ver ninguna anotación.
Una gran jugada de Jerry Jeudy y un Javonte Williams polivalente recibiendo y corriendo (79 yardas), catapultaron a los Broncos hacia la zona roja. Allí, Wilson lanzaba hacia el running back que se marchaba solo a la endzone para establecer el 21-15 a cinco minutos del final. La conversión de dos no fue buena.
Posteriormente, una gran carrera de Cook, a pesar de que tuvo un fumble pero el bote del balón le favoreció para cogerlo y seguir corriendo, ganaba hasta 42 yardas. Los Bills estarían de regreso en primera y gol. Y Josh Allen parecía que iba a acabar salvando el partido (21-22), con el extra point efectivo de Tyler Bass. Este sería el juego número 32 con Allen dando un touchdown de pase y anotando también de carrera. Es la segunda mayor cantidad en la historia de la NFL tras Cam Newton (45).
Sin embargo, los Broncos tenían 1:55, tiempo más que de sobra para buscar al menos un field goal ganador. Aunque un sack de A.J. Epenesa complicó la situación, en el siguiente snap Wilson lanzaba una bomba y Taron Johnson interfería el pase hacia Jerry Jeudy a la redzone. Una penalización que les adentraba en las últimas veinte yardas a treinta segundos. Gastaron reloj y para el field goal final tuvieron que cambiar rápido al equipo, y aunque Lutz fallaba la patada, Buffalo tenía 12 jugadores sobre el campo por las prisas. Les regalaba cinco yardas más cerca. Ahora sí, el kicker de Denver desde la yarda 36 atinaba entre los palos y los Broncos terminaban ganando por un ajustado 24-22.
