Los Lions ganan una espléndida batalla con los Chargers - Historia Deportiva

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HISTORIA DEPORTIVA

13 de noviembre de 2023

Los Lions ganan una espléndida batalla con los Chargers

Maravilloso partido nos brindaron Los Angeles Chargers y Detroit Lions en la noche del domingo durante la Week 10 de la NFL. Los Lions triunfaron por un agónico 41-38 gracias a un field goal en los últimos segundos.


Así, la franquicia de Detroit se posiciona con un récord de 7-2, el segundo mejor de toda la liga junto a los Kansas City Chiefs. Son segundos en la conferencia NFC tras los Philadelphia Eagles (8-1). Todo lo contrario les sucede a los Chargers. Vuelven a tener balance negativo (4-5) y están en el top-5 de la parte baja de la clasificación de la competida AFC. Contra los rivales serios, se achican. De momento, cuentan con cuatro victorias pero con equipos sin opciones reales a priori esta temporada, como son Minnesota Vikings, Las Vegas Raiders, Chicago Bears y New York Jets.


Gibbs y Montgomery, tándem intratable

El partido comenzó lento, pero iría cogiendo ritmo y sería toda una batalla ofensiva brillando en ambos equipos tanto en juego aéreo como de carrera. Los primeros drives productivos de las dos franquicias serían field goals, comenzando los Lions por medio de Riley Patterson y siguiendo los Chargers desde la yarda 48 Cameron Dicker. Serían los únicos momentos donde aparecerían los kickers, quitando los extra points. Hasta el final del encuentro donde Patterson sería el superhéroe.


El juego terrestre de los Lions comenzaría a ser un gran valuarte para este duelo. El novato Jahmyr Gibbs con 77 yardas y dos touchdowns, y David Montgomery totalizando 116 en su vuelta tras pasarse dos juegos fuera por lesión de costillas, lideraron con creces una baza ofensiva que se fue hasta las 200 yardas. Gibbs ponía el 10-3, incluyendo una big play de 35 yardas.


Después, la defensa del equipo de Dan Campbell destacaba con una intercepción de Kerby Joseph y obligando a patear más tarde provocando un rápido tres y fuera. Y Gibbs pondría el 17-3 con su segunda anotación. Entonces, llegó la primera reacción de los Chargers, mientras ya nos entrábamos en los minutos finales del segundo cuarto. En cuatro minutos Justin Herbert (323 yardas, 27/40) recorría las 75 yardas del campo y finalizaba con un espléndido pase de touchdown de 29 yardas para Keenan Allen.


Herbert - Allen - Ekeler, estandarte del ataque de Chargers

Y tendríamos un final de la segunda parte apoteósico. Los Lions en su primer snap, veía cómo explotaba Montgomery por la defensa angelina siendo inalcanzable durante las 75 yardas y anotando. Touchdown directo. Sin embargo, aún había tres minutos y los Chargers se apresuraron para dar réplica y apretar el marcador a un 24-17 para el descanso. Keenan Allen estaba soberbio (175 yardas en 11 catches) y el rookie Quentin Johnston empieza a ver más acción poco a poco en el ataque de Herbert. Finalmente Austin Ekeler se mostraba imparable en las inmediaciones de la zona roja.


Para la segunda mitad, Lions arrancaba a la ofensiva con ansias de volver a estar dos anotaciones arriba. Y aunque llegaron al campo rival, con un buen pase para Amon-Ra St. Brown de 15 yardas, acabaron despejando. Jared Goff (333 yardas, 23/33 completados) brindaría una bonita batalla también contra Herbert y su mayor artífice sería St. Brown, quien cogería ocho balones para hasta 156 yardas.


Tras ello, Chargers ya consiguió volver al partido. Aunque tuvieron que recorrerse 92 yardas, Herbert se mostraba cómodo lanzando a una secundaria de Detroit que no estaba teniendo su mejor encuentro. Y con una conexión por 18 yardas con Jalen Guyton a la endzone, empataban los de Brandon Staley a 24 puntos.


Detroit tendría el drive ganador

No obstante, la respuesta de Lions fue directa. Con Montgomery moviendo cadenas y Goff luciéndose asistiendo a St. Brown, volvían a anotar. El receptor protagonizaba una jugada pra 33 yardas y, acto seguido, se iba 20 yardas hasta la goal line para el 31-24. 


Las espadas estaban por todo lo alto. Y los Chargers daban una nueva réplica. Pisando ya el último cuarto, Herbert se gustaba con una scramble, Ekeler corría bien (terminó con 67 yardas) y Johnston destacó con una recepción de 17 yardas. Aunque tuvieron que jugarse un cuarto y gol, ganaron vida extra por una interferencia de pase defensiva de Cameron Sutton sobre el receptor novato de TCU. Y en un nuevo cuarto down, Johnston finalmente lograba el primer touchdown de su carrera profesional (31-31).


Seguíamos disfrutando de dos grandes ofensivas y el intercambio de golpes no cesó. Solo el hecho de que Lions tenía la delantera decidiría al final el partido. Una captura de Sam Laporta de 19 yardas metió a Detroit en territorio enemigo y Goff encontraba a Brock Wright para un touchdown de hasta 25 yardas. Estábamos a 7:30 de que terminase el encuentro, y en apenas cuatro minutos los Chargers también conseguían su quinto touchdown para el 38-38. Además lo hicieron sin miramientos, con un espectacular Herbert conectando con Keenan Allen que se zafaba de la secundaria para protagonizar una anotación de 38 yardas.


Y una más para los Lions con Jared Goff al mando

Pero esa acción dejó a los Lions con tres minutos y medio de reloj, tiempo suficiente para dar un último golpe. Y además lo gestionaron a la perfección. Kalif Raymond ya alimentó lo que sería la anotación de la victoria escapándose por 41 yardas. Con ello, el field goal estaba prácticamente garantizado, con lo que se encargaron de agotar los minutos y la defensa de los Chargers no pudo evitarlo. En un 3&14 a 1:51 aún para el final, St. Brown avanzaba doce yardas y, jugándose el cuarto down, LaPorta ganaba las dos yardas restantes y más. 


Ya habían conseguido gastar los tiempos muertos de la franquicia angelina e incluso Goff pudo plantar rodilla hasta dejar solamente dos segundos para que el kicker Patterson saliese a patear desde la yarda 41 exitosamente poniendo el definitivo 41-38. Una derrota más apuntada para estos Chargers que no consiguen salir de la mediocridad. Y un triunfo más para unos Lions sorprendentes que hay que empezar a creerlos como buenos contendientes.