Al sexto partido se puso punto y final a las Finales por la NHL Stanley Cup 2025. Los Florida Panthers, apenas consiguiendo su segundo título de toda la historia, lo hizo de forma consecutiva y defendiendo el anillo inédito que consiguieron en 2024. Además, lo hicieron ante el mismo rival, los Edmonton Oilers, esta vez con un juego menos y en su Amerant Bank Arena. Desde 1979 no se tenía a una franquicia campeona back-to-back y contra la misma víctima en las finales.
Con hasta 15 goles y 7 asistencias durante estos Playoffs, el trofeo de MVP, el Conn Smythe Trophy, fue a parar a Sam Bennett. Hasta seis tantos fueron en estas Finales.
Para el sexto juego, donde los Oilers tenían que ganar sí o sí para forzar el séptimo, el guardameta Stuart Skinner estaba de regreso a la titularidad. Un error defensivo de Evan Bouchard lo aprovechaba Sam Reinhart para poner el 0-1 a los cinco minutos de juego. Mientras que el comienzo de partido había estado siendo impecable para los Oilers con muchas oportunidades sobre el infalible Sergei Bobrovsky (28 paradas en esta última noche). Y antes de irnos al primer parón, Matthew Tkachuk asistido por Eetu Luostarinen establecía el 0-2.
En el segundo periodo, el capitán Alexander Barkov disparaba hacia Reinhart que marcaba de rebote dando con el patín, y conseguían el 0-3 a 2:29 de finalizar este tercio. La acción de Barkov llegaba después de coger un rebote muerto tras parar Skinner un lanzamiento lejano de Carter Verhaeghe. Los Panthers, aunque no tenían el control del partido, estaban transformando con enorme calidad cada una de las oportunidades que les llegaban sobre la portería rival. Estaban siendo letales, sin perdonar nada, y los Oilers sin muchos recursos echando mucho en falta al mejor jugador del planeta que ha estado un tanto desaparecido en estas finales, Connor McDavid.
Los minutos corrían en contra de unos Edmonton Oilers incapaces incluso ni de reducir distancias al menos. Para más inri, Reinhart iba a completar su primer hat trick en Playoffs, a portería vacía a menos de siete minutos, suponiendo el 0-4 en el marcador.
Con el partido completamente roto, llegaría el cuarto tanto de Reinhart de nuevo sin portero. Y Vasily Podkolzin impediría que Edmonton se fuese de vacío a menos de cinco minutos del final, unos minutos que solo sirvieron para celebración y disfrute de todos los aficionados de los Florida Panthers.