España, aspirante a repetir las cuatro medallas logradas en el último  Mundial de Piragüismo, conserva aún sus aspiraciones en la competición  que se disputa en la ciudad polaca de Poznan, pese a haberse quedado a  las puertas del podio con David Cal, cuarto en 1.000 metros.
Mañana, tendrá representación en las finales de 200, con 4  embarcaciones -Portela y Andrés, en K-1, y Craviotto-Rial y  Manchón-Smidakova, en K-2-, que se suman al K-4 femenino en 500 y a los  equipos de relevos.
Bouza, el palista del Kayak Tudense, que ya irrumpió con éxito en la  nueva distancia de 5.000 con un tercer puesto en el reciente Europeo, ha  realizado una regata sin titubeos. Ha estado en el grupo de cabeza  desde la salida para acabar entrando segundo presionando al alemán  Ronald Verch, que fue primero, con el eslovaco Marian Ostrcil, tercero. www.as.com
 

 

 
 
 
 
 
