Cuando la barra se situó en 4,15 el título ya era cosa de dos: Naroa Agirre y la catalana Anna María Pinero, segunda en la lista española del año con 4,25. La discípula y esposa de Jon Karla Lizeaga superó esa altura a la primera mientras que su rival pasaba a los 2,25.
También a la primera saltó Agirre los 4,25, pero la lucha no se detuvo porque Pinero también lo hizo. La vasca salvó los 4,30 en su primer salto y obligó a la catalana a pasar hasta los 4,35, marca que decidió el título. Ninguna la superó, aunque Agirre estuvo muy cerca en su tercer intento. FUENTE