
Las cartulinas de los jueces registraron 114-114, 115-113 y 116-114. Y mientras el inagotable Michael Buffer las iba cantando, la parroquia mexicana que copaba la mayoría de los 16.368 asientos del MGM comenzó a abuchear. Dan Rafael, reputado especialista de ESPN, se decantaba por el nulo. Como Bryan Armen, de Sports Illustrated. En The Ring optaban por Dinamita. La popular Lederman Card que va realizando en directo un exjuez en la HBO caía del lado de Pacman. Conclusión: la lucha fue más enconada que nunca, el nulo parecía lo más justo e incluso si el cinturón del welter de la OMB se lo hubiera ceñido Márquez casi nadie lo hubiera visto mal.
El homenaje a Joe Frazier, con Mike Tyson tocando diez gongs en su honor, se olvidó pronto cuando Márquez, que hacía el esfuerzo de subir desde el peso ligero, entraba en el ring mientras atronaba el corrido No me sé rajar. No lo hizo. No se arrugó. Y optó, con los sabios consejos de Nacho Beristain, por no entrar en la distancia corta. En ese territorio donde el diablo bufa y sus puños se hacen invisibles de lo rápido que viajan. FUENTE