El piloto británico de Mercedes, Lewis Hamilton, se llevó la victoria en el GP de España y se convierte en el nuevo líder del Mundial con apenas tres puntos de ventaja sobre Nico Rosberg, que ha defendido con uñas y dientes su posición de privilegio y ha atacado hasta la última curva al británico. Tras pasar por línea de meta, apenas les separaron 6 décimas. Tercero fue Ricciardo (Red Bull).
La salida fue limpia, sin incidentes en las primeras curvas ni en el primera vuelta, poco habitual en Montmeló. Hamilton mantuvo la pole de principio a fin y en los primeros metros ya se había conseguido una gran distancia de Rosberg, quien también se fue escapando de sus perseguidores hasta perderles en el retrovisor. Esto podría ser el resumen de una carrera en la que ambos han arrasado a sus rivales, doblando incluso al séptimo clasificado, Kimi Räikkönen, y encasquetando 87 segundos a Fernando Alonso, sexto y 50 al primer Red Bull de Ricciardo, tercero. Por lo demás, la carrera tuvo poco pulso, y pocos adelantamientos, hasta las 15 vueltas finales. Hamilton aguantó en la pole, Nico no podía con él y el duelo se mantuvo a larga distancia por el alemán varió su estrategia de paradas y compuestos respecto a la de Lewis lo que les dejó en el tramo final con opciones a ambos. Como ocurrió en Bahréin, Nico tenía que atacar, pero incluso con DRS no pudo con un Hamilton motivado.
En todo caso, para Mercedes se trata de la viva muestra de dónde está el Mundial, terminado y con un minuto de ventaja sobre todos, de dónde está realmente Red Bull, segundo y con opciones en algunos circuito de pelear por estar más cerca, y de dónde está Ferrari, con un Williams delante en este trazado, a un mundo de los mejores y con mucho camino aún por recorrer para poner en apuros a los de delante.