
El francés, que afrontaba su primera final en un Masters 1000 que no fuera el de París, se convirtió en el primer galo en ganar en Toronto tras aprovechar al máximo sus oportunidades. Rentabilizó la primera ocasión de rotura en el primer set para hacerse con la manga y no decayó a pesar de desperdiciar un punto de partido con 5-4 en el segundo set. Se mostró superior en el 'tie break' y cerró el partido después de 1 hora y 47 minutos. FUENTE