Novak Djokovic sigue siendo el rey, pletórico en París-Bercy para afianzarse en las alturas. El serbio demostró a Milos Raonic que los galones también pesan, se impuso por 6-2 y 6-3 y suma su vigésimo Masters 1000. Nadie ha ganado más que él en 2014 y de paso mantiene a raya a Roger Federer, que lo tendrá dificilísimo para arrebatarle el número uno en la Copa de Maestros.
Fue una victoria expeditiva, con más seriedad que brillo. Para desconectar a Raonic, Djokovic entendió que necesitaba poner mil ojos en cada resto, sometido a un bombardeo por parte de uno de los mejores sacadores del torneo. Así, como el número uno es también un especialista contrastado en el arte de devolver y rompe dos veces al canadiense en el primer set para finiquitar la historia. Además, cuando Djokovic se ve al límite, reacciona con un acierto pleno y salva los cuatro puntos de break que concede. FUENTE
Fue una victoria expeditiva, con más seriedad que brillo. Para desconectar a Raonic, Djokovic entendió que necesitaba poner mil ojos en cada resto, sometido a un bombardeo por parte de uno de los mejores sacadores del torneo. Así, como el número uno es también un especialista contrastado en el arte de devolver y rompe dos veces al canadiense en el primer set para finiquitar la historia. Además, cuando Djokovic se ve al límite, reacciona con un acierto pleno y salva los cuatro puntos de break que concede. FUENTE