Después de seis partidos 
seguimos sin ganador de la NBA. Tras desaprovechar un 3-1 favorable para
 los Warriors, LeBron James apareció para forzar el séptimo encuentro 
que decidirá quien se llevará la gloria en 2016. Esta hazaña solo había 
sido dada en dos ocasiones anteriormente (Royals y Knicks en 1951, y en 
1966 Celtics y Lakers), pero nunca el equipo que iba perdiendo por dos 
puntos la serie y ha remontado al 3-3 ha acabado ganando la final.

Cleveland Cavaliers quiere reivindicarse de la final perdida el año pasado en casa con 4-2 para Golden State, algo que por lo menos este año lo han evitado. El equipo de Steve Kerr tendrá la obligación de ganar en el Oracle Arena esta noche si quiere repetir título y alargar una temporada más la maldición de las grandes franquicias deportivs en Ohio.
Por un lado, LeBron James lleva sumando 41 puntos en los dos últimos partidos, y está siendo bien acompañado por Tristan Thompson y su carácter reboteador y por la anotación también de Kyrie Irving.
Por
 otro, Stephen Curry llegará enfurecido tras las polémicas con los 
árbitros en el sexto encuentro, en el que acabó siendo expulsado por 
primera vez en su historia por faltas y llegó  a perder los nervios 
tirando su protector bucal a un aficionado rival. Si los Warriors 
pretenden defender el anillo, necesitarán la ayuda en el juego de 
Draymond Green y seguir con el buen acierto exterior de los Splash 
Brothers, además de que Iguodala mantega a raya a LeBron con su efectivo
 nivel defensivo.
