La
primera toma de contacto de los nadadores con la piscina del Estadio Acuático
Olímpico no ha podido ser más espectacular, y ya desde las pruebas de
calificación de la mañana…
La
primera de las pruebas que se disputó, los 400 Estilos masculinos, dio la
primera gran satisfacción para la
Natación española, puesto que el joven Joan Lluis Pons, de 19 años, se metía de manera muy brillante en la
gran final olímpica tras batir su propio record nacional en casi dos segundos,
dejando la nueva plusmarca en 4:13:55.
Los
favoritos para los metales hacían los deberes, realizando el estadounidense Chase Kalisz la mejor marca con 4:08:12,
secundado muy de cerca por los japoneses Daiya
Seto y Kosuke Hagino.
A
continuación se disputaron las primeras tandas de calificación de los 100
Mariposa femeninos que determinaría las 16 clasificadas para las semifinales,
donde se empezó a vislumbrar la superioridad de la sueca Sarah Sjostrom, que hizo el mejor tiempo con 56:26, y donde sólo
parecía que le podían hacer algo de sombra las estadounidenses Dana Vollmer y Kelsi Worrell. La española Judit
Ignacio solo pudo ser séptima en la tercera serie y con un tiempo de 59:61
terminó en el puesto 31, sirviéndole de rodaje para la prueba de 200, donde lo
hará mucho mejor.
Miguel Durán sufrió entre lágrimas la
decepción de ser descalificado por tirarse al agua antes de tiempo, para unos
segundos después la ilusión de ser readmitido y poder disputar la prueba. Tantas
emociones le pasaron factura y solo pudo ser octavo en su serie con un tiempo
de 3:53:40, puesto 37 final en los 400 Libres masculinos.
Las
series de esta prueba depararían sorpresas, puesto que el mejor tiempo para la
final lo marcó el estadounidense Conor
Dwyer con 3:43:42, siendo el australiano Mack Horton segundo y el gran favorito Sun Yang tercero, además de las eliminaciones de nadadores del
nivel del coreano Park o el
canadiense Cochrane.
La
prueba más esperada del día para la delegación española era los 400 Estilos
femeninos, donde contábamos con doble representación. En primer lugar saltó Maria Vilas, que fue quinta en su serie
con 4:42:52 y decimonovena en global, quedando fuera de la final, pero una
buena preparación para los 800 Libres que disputará.
El
espectáculo puro llegó en la última de las series, en la que la húngara Katinka Hosszu se deslizó de una manera
increíble sobre el agua, y con un tiempo de 4:28:58 se quedó a sólo 15
centésimas de batir el record mundial de Ye
Shiwen (la china no se metió en la final) en Londres 2012 tras ceder en el
último tramo de estilo Libre toda la ventaja que había adquirido en los
parciales anteriores. Mireia Belmonte
fue quien la secundó a cierta distancia, logrando la segunda mejor marca de todas
las participantes gracias a su 4:32:65, lo que le daba la calle 5 en la final y
muchas opciones de medalla en la prueba de la tarde.
Con
la actuación de Hosszu la
expectación había subido, y mas lo hizo cuando el británico Adam Peaty pulverizaba su record
mundial de los 100 Braza con una tremenda marca de 57:55, muy por debajo de las
de sus principales rivales: Felipe
França, Cameron Van der Burgh, Kevin Cordes y del joven japonés Yasuhiro Koseki, gran revelación de las
series y segundo mejor tiempo de cara a las semifinales.
La
última prueba de la mañana serían los relevos 4x100 libres femeninos, donde el
cuarteto australiano lograba el mejor tiempo para la final batiendo el record
olímpico con 3:32:39, superando a sus grandes rivales, las estadounidenses, que
contaron con la presencia de Katie
Ledecky.
El
cuarteto español formado por Fátima
Gallardo, Marta González, Patricia Castro y Melani Costa batió el record de España con un crono de 3:40:46,
finalizando la competición en la posición 13ª.
Toda
la emoción de las finales se trasladaba a la noche brasileña, y mas viendo como
se habían desarrollado las pruebas de la mañana…
… y esa emoción se empezó a vivir desde el
primer momento, con la primera prueba, los 400 Estilos masculinos, donde Kosuke Hagino paraba el crono en
4:06:05 y rompía la hegemonía olímpica de los estadounidenses colgándose el oro
merced a su constancia y a saber mantener la ventaja adquirida, principalmente
en el tramo de espalda. Tuvo que luchar muy duro con el estadounidense Chase Kalisz (4:06:75), que le plantó
cara hasta el final, pero que no pudo completar la remontada. El podio lo
completó Daiya Seto, que se quedó
descolgado a más de tres segundos (4:09:71) de los dos primeros.
Joan Lluis Pons había hecho su trabajo
por la mañana, lo había dado todo para meterse en la final, y aunque lo intentó
no pudo mejorar su marca y se tuvo que conformar con la octava y última plaza
de la final con 4:16:58, además de con un merecidísimo diploma olímpico.
La
superioridad de Sarah Sjostrom en
los 100 Mariposa quedó mucho más patente en las semifinales, puesto que su
record olímpico de 55:84, a sólo veinte centésimas de su propio record mundial,
marcaba una diferencia de más de un segundo sobre sus rivales más cercanas, la
australiana Emma McKeon, Dana Vollmer y la japonesa Rikako Ikee. La sorpresa fue la
eliminación de Kelsi Worrell.
Pero
la gran sorpresa de la noche la protagonizó el australiano Mack Horton, que en un apretado final fue capaz de arrebatar el oro
de los 400 Libres masculinos con 3:41:55 al otrora todopoderoso Sun Yang por trece centésimas (3:41:68),
siendo el bronce tras un grandioso final para el italiano Gabrielle Detti (3:43:49), que dejó atrás en el último largo a los
estadounidenses Dwyer y Jaeger.
La
prueba mas esperada de la tarde, especialmente tras lo acontecido por la
mañana, era la final de los 400 Estilos femenino, y a fe que no defraudó lo más
mínimo.
Katinka Hosszu salió disparada desde el
principio, marcando parciales muy por debajo del record del mundo, hasta el
punto de llegar a tener hasta cinco segundos de ventaja sobre lo que hizo Ye Shiwen en Londres, pero en esta
ocasión si administró mejor y acabó destrozando el record de la china por mas
de dos segundos, dejando la nueva plusmarca mundial en 4:26:36. Merecidísimo
oro para Katinka.
Por
detrás, la lucha por la medallas también fue apasionante, con Maya DiRado por delante del resto tras
el tramo de Espalda para ser plata con 4:31:15, y una lucha encarnizada por el
bronce entre la británica Hannah Miley
y Mireia Belmonte, siendo la
española la que se colgó el bronce al cuello tras remontar la desventaja que
tenía y superar en el último instante a su rival por solo 13 centésimas,
marcando un tiempo de 4:32:39, y dándole de esta forma la primera presea
olímpica a España. GRANDE MIREIA!!!!!!!
Pero
las emociones no habían terminado, todavía quedaba mucho que ver en la piscina,
como por ejemplo poder contemplar una nueva exhibición de Adam Peaty en las semifinales de los 100 Braza masculinos, quien con
un crono de 57:62 rozó el record mundial que había conseguido por la mañana, y
aventajó en casi segundo y medio al estadounidense Cody Miller y el japonés Koseki,
que fueron los que más se acercaron al nadador británico. La sorpresa fue que
su compatriota Ross Murdoch no se
metió en la final.
Todavía
quedaba una prueba por disputarse en la piscina, la final del relevo 4x100
Libre femenino, donde veríamos si los Estados
Unidos de Ledecky podrían batir
a la Australia de las hermanas Bronte y Cate Campbell,
pero no fue así. Y no lo fue porque las australianas batieron un nuevo record
mundial, el tercero de esta impresionante jornada, parando el crono en 3:30:65
para hacerse con el oro con más de un segundo de ventaja sobre el equipo
estadounidense (3:31:89) que fue plata y más de dos sobre Canada (3:32:89), sorprendente bronce tras superar al potente
combinado holandés. Aquí llegó la primera medalla de Ledecky, aunque sea de plata.
Hasta
aquí lo acontecido en la primera jornada de Natación, que ha deparado tres
records mundiales y la primera medalla para España por parte de Mireia Belmonte, además de la gran
actuación de Joan Lluis Pons. Está
claro que nos esperan días tan apasionantes como este en la piscina de Rio…
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO