
Inicialmente, Groves evitó ágilmente el jab de su compatriota y contragolpeó con directos y ganchos de ambas manos, aunque este calmado control duró muy poco, ya que pronto, con algunos directos y hooks en corta, Cox puso de manifiesto cuál era su agresivo plan de batalla. Alcanzado el segundo asalto, el aspirante intensificó sus ofensivas y presionó intensamente al monarca hasta encerrarlo en las cuerdas y lanzar contra él peligrosas andanadas de golpes curvos. A pesar de que el boxeo en corta de Groves no es el más efectivo y recibió varios golpes, éste no se amedrentó y, entre esquivas, buscó los contragolpes hasta que con su directo y su cruzado zurdo se hizo espacio y llegó a desestabilizar a su contrincante.
Tras este intenso round se llegó a un tercer episodio de transición en el que ni Groves pudo imponer sus rectos en larga ni Cox pudo abrirse camino hacia el intercambio de golpes, si bien el campeón hizo valer su astucia para anotar precisos curvos. FUENTE