
Hay vida más allá de la WWE. Y no, no son la multitud de circuitos independientes (indies) que existen en el mundo del wrestling,
es una marca de lucha libre al igual que la WWE con gran aceptación
desde que surgieron en 2002, una empresa intermedia entre la compañía
por excelencia de Vince McMahon y los circuitos que sirven de formación para intentar atraer a WWE y alcanzar el máximo éxito entrando en su roster, bien sea de NXT, Raw o SmackDown.
Se llama Impact Wrestling, comúnmente conocida por su nombre inicial, TNA (Total Nonstop Action), la cual por su popularidad no puede ser incluida entre los indies, aunque bien es cierto que cada año está en la cuerda floja de cerrar y dejar de televisarse. Si visitamos Wikipedia, los indies son pequeñas empresas distinguidas de WWE y TNA.

También es cierto que el actual show Impact Wrestling queda a años luz de la vieja TNA explosiva con luchadores ya históricos como Sting, Kurt Angle, Samoa Joe, AJ Styles, Rob Van Dam, Beer Money (James Storm y Bobby Roode), Jeff Hardy, Austin Aries, Bully Ray, Bobby Lashley… cuando se erigía como máxima rival de la WWE, e incluso había quien la comparaba con la gran WCW que a punto estuvo de acabar con la compañía de Vince McMahon, venciendo en audiencia durante los años 90.

TNA estuvo cerca de venderse a WWE el año pasado (finalmente un inversor salvó la compañía para que pudieran celebrar Bound For Glory, de lo cual hablaremos más adelante, y terminar el año 2016 en pie hasta que Anthem Media
la comprara), imaginaros cómo de importante ha llegado a ser Impact
Wrestling que hasta el propio McMahon ha intentado zanjar a la fuerza
con esta competencia, como finalmente hizo con WCW. Pese a que el roster
no tiene el nivel de los luchadores anteriormente mencionados, aún no
ha perdido la esencia que le hace ser todavía diferente a la actual WWE,
al menos para mí, y que comento a continuación.


La principal esencia es la continuidad
de las peleas extremas. Al contrario que la WWE, Impact Wrestling
mantiene los combates con accesorios de todo tipo y arriesgando los
golpes como disfrutábamos en WWE hace diez años antes de que irrumpiera
la Era PG en 2008, cuando se cerró ECW,
se suprimieron los combates sangrientos radicalmente, limitando las
caídas y golpes duros, llevando el lenguaje verbal a un uso más correcto
de él para las promos, y orientando las storylines a los más pequeños (la programación ya no era para mayores de 14 años, cambió a “Permiso Parental”) y con John Cena como principal “super héroe” de los niños, ahora convertido en Roman Reigns.


Llegaban las superestrellas gimmicks, para los que no conozcan su significado, personajes agradables para los niños: Santino Marella, Ryback, Fandango, Damien Sandow, The New Day, Prime Time, Adam Rose y la guardería que llevaba al ring en su entrada (ver imagen superior), Jack Swagger, Tons of Funk (vaya desperdicio del regreso de Albert Train), Heath Slater, Primo y Épico (Los Matadores)… Sin comentarios sobre estas superestrellas.

Menos mal que desde 2016 nos encontramos sumergidos en la llamada “The New Era” con la progresión de multitud de luchadores de la división NXT y por fin el salto de muchos de ellos a los grandes shows tras el tremendo apoyo que recibían en su programa personal. Gracias a los Kevin Owens, Daniel Bryan, Seth Rollins, Bray Wyatt, Finn Bálor y compañía, los PPVs van ganando calidad que habían perdido severamente en los primeros años de la década del 2010.

Que por cierto, a día de hoy lo único que sigo son estos eventos de pago, pues los shows
de Raw o SmackDown ya no tienen la carisma ni la emoción de antes que
hacían que ver los precombates a las peleas finales de las rivalidades
eran casi tan interesantes como los combates cúlmenes. Y menos los
programas infumables de tres horas que realizaban de Raw y se olvidaban
de la marca azul, que incluso les llevó a perder en audiencia con
respecto a TNA y NXT. Programas extensos con peleas y rivalidades
repetitivas, para eso disfrutaba de Impact Wrestling una vez a la semana
con un show de hora y media con contenido y variado en el que
podías ver con toda normalidad a un nuevo campeón, algo casi impensable
en la WWE. Menos mal que reavivaron la idea del Draft y las dos divisiones tomaron valor por igual.


Siguiendo
con el tema de combates extremos, pasemos al lado femenino. Me reía con
la singularidad con la que trataron la lucha en Hell in a Cell 2016 donde Charlotte
salió con el título de Raw en el primer combate de mujeres en una
celda. Años de ventaja llevaba TNA, cuando tienen normalizado las luchas
duras y extremas entre las “Knockouts“, la división
femenina, e incluso nunca han dejado de tener tirón entre el público,
pues además, algo que hecho muy en falta en WWE, TNA tuvo entre 2009 y
2013 un cinturón de parejas de chicas. Eso sí, la evolución de divas a categoría femenina ha sido muy positiva con, no podía ser de otra forma, luchadoras de NXT como protagonistas.

Y
hablando de divisiones, otro aspecto en contra ha sido la categoría
crucero que abandonaron en el mismo 2008 y que ha tenido a gran cantidad
de luchadores dando tumbos por los shows, sin poder aspirar a
grandes títulos y encomendándose en los cinturones de parejas para tener
alguna oportunidad de ser campeón. Este año han retomado esta división,
pero por falta de recursos y realizando un programa más (205 Live) exclusivo para las superestrellas más ligeras, y una excusa para intentar acaparar todos los días de la semana con algún show.
Históricamente los grandes títulos (WWE Championship y World Heavyweight Championship) no ha tenido campeones de este tipo más dinámico, llamado “High Flyers“, únicamente en la Attitude Era destacaron Rey Mysterio, Jeff Hardy, Rob Van Dam, Christian o CM Punk, pero por entonces las superestrellas tenían muchos más cinturones por los que pujar.

Esto no ha ocurrido nunca en los 15 años de historia de TNA, pues desde los inicios del actual Impact Global Championship se han entrometido entre la lista de campeones hombres como Rob Van Dam, AJ Styles, Austin Aries, Jeff Hardy o incluso recientemente Eddie Edwards. De hecho, actualmente uno de los aspirantes al título es John Impact, John Morrison para los amigos, quien en su larga carrera en la WWE tan solo se coronó en la ECW (en 2007 ya en pleno declive de la división), y únicamente ganó el Intercontinental de forma individual, en tres ocasiones. Por lo demás, fue 5 veces campeón por parejas, cuando actuaba como Johnny Nitro, y su último reinado junto a The Miz.
De hecho la nueva división crucero de
WWE se ve relegada a un segundo plano. Luchadores exclusivamente ligeros
que ya de por sí se les están limitando indirectamente sus
aspiraciones, y además la mayoría de combates en los PPVs se llevan a
cabo en los Kickoff, de presala a lo que es en sí el evento…


Como contrapartida, en TNA disponen desde sus orígenes la llamada X Division, la cual pujan por un título luchadores de todo tipo antes de dar el salto al campeonato de los Pesos Pesados. Por supuesto todo tipo de voladores han triunfado con este cinturón (Low Ki, The Amazing Red, Chris Sabin, Suicide, Brian Kendrick…), pero también luchadores más del estilo “Powerhouse“, más robustos, han brillado con el X Division Championship: Samoa Joe, Abyss, Kazarian, Kurt Angle…
¿Para qué dividir en categorías y limitar a luchadores que igualmente
podemos disfrutar de ellos peleando por los grandes títulos? En mi caso
incluso más, pues de siempre me divierto mucho más con estos tipos de
luchadores.

Por último, Impact Wrestling es un show
que siempre ofrece acciones nunca vistas anteriormente, innovaciones
constantes para que los programas y/o combates no se hagan repetitivos.
Partiendo de un ring completamente distinto (hexadrilátero), se
tiene además feudos diferentes, llaves o golpes con objetos nunca
vistos, o combates alternativos como últimamente el que efectúan para
disputar el Impact Grand Championship (al más puro estilo boxeo, combate a tres rondas de tres minutos cada una, y, si ningún luchador ha logrado el pinfall, deciden tres jueces al ganador).

Y para ello se alimenta de luchadores “tapados” de los indies
más importantes y convertidos en estrellas de la empresa, y
especialmente de superestrellas abandonadas o que no han tenido
oportunidad en la WWE. Os sonarán nombres como Aron Rex (Damien Sandow), Ethan Carter III (Derrick Bateman en NXT), Tyrus (Brodus Clay), Awesome Kong (Kharma), MVP, Mr. Anderson (Mr. Kennedy), Gail Kim, o, el caso que más me llamó la atención, Drew Galloway (Drew McIntyre).


Nada más aterrizar en Impact Wrestling, el público tuvo una grata aceptación y rápidamente fue escalonado hasta el TNA World Heavyweight Championship. También la empresa ha brillado con luchadores que han marcado una época en ambas compañías (RVD, Hardy Boys, Team 3D, Mickie James, Lashley, Sting, Kurt Angle…), o que la están marcando actualmente como AJ Styles, Austin Aries y Samoa Joe en WWE.

En definitva, Impact Wrestling es una compañía de constante innovación y en todo momento con un roster
de calidad para no pertenecer a los indies prácticamente imposibles de
seguir. Pese a ello, esta empresa siempre ha estado en altibajos
constantes que han hecho peligrar su continuidad en los últimos años. Y
hemos vivido un nuevo capítulo estos meses atrás en la empresa que
originalmente se llamaba TNA. Año tras año la crisis económica ha
golpeado al show de Impact Wrestling que en abril decidió la dirigente Karen Jarrett fusionar la compañía con la de su marido Jeff Jarrett, Global Force Wrestling, la cual iba a cerrar sus operaciones. Se procedió en el pasado PPV Slammiversary XV a llamar a la marca como GFW y el nombre del programa se mantenía como Impact Wrestling.

De esta manera, un vendaval de
superestrellas jóvenes y veteranas del wrestling se reunieron en un
mismo programa que disfrutamos a lo largo de todo el verano defendiendo
nuevos campeonatos unificados en todas las divisiones. Finalmente, el
pasado mes de septiembre Jeff Jarrett decidió dejar la empresa por lo
que la cadena que emite el show, Anthem, determinó
acabar con el nombre de GFW y llamar de nuevo a la marca en su totalidad
como Impact Wrestling, ahora retransmitida además en una cadena
exclusiva de wrestling semejante a WWE Universe, conocida como Global Wrestling Network.

Aparentemente esta serie de cambios
finalmente ha beneficiado a la empresa más veterana, pues mantiene su
nombre e imagen y además con un roster mucho más amplio y experimentado, incorporando o recuperando a luchadores como Petey Williams, Sonjay Dutt, Garza Jr., Laredo Kid, Matt Sydal (Evan Bourne), Low Ki, Taryn Terrell, Johnny Impact, Taya Valkyrie, hermanos Dave, PJ Black (Justin Gabriel del mítico grupo The Nexus en WWE), Jake Crist, Chris Adonis (más conocido como Chris Masters)…


Así llegamos al mes de noviembre donde se celebra el mayor PPV de la empresa, Bound for Glory, el WrestleMania de TNA, y se llevó a cabo el pasado 4 de noviembre en el Aberdeen Pavilion de Ottawa (Ontario, Canadá). (A partir de aquí puede incluirse spoilers)
Impact Wrestling realizó un programa bastante completo y variado en
combates de, como siempre, alto nivel para los espectadores donde todo
el protagonismo lo acaparó Alberto El Patrón (Alberto del Río) quien se entrometió en el Main Event cediendo la defensa del título mundial a Eli Drake frente a John Impact.

Ha sido un Bound For Glory que me ha reactivado en el seguimiento del show,
pues con la fusión con GFW el programa se había convertido en un
descontrol de títulos y superestrellas que al menos para mí era muy
difícil de llevar al día. Combates con high flyers y técnicos
mezclados por la División X, peleas callejeras con objetos y grandes
golpes y saltos, jaula para combates por parejas, las féminas cobrando
protagonismo como siempre, esta vez con la retirada como campeona Gail Kim, y lucha por el gran título con un giro en las rivalidades confrontadas.

Un PPV que recomiendo su visualización y
el presente artículo que lo único que quiere, no desacreditar ni mucho
menos a la mayor empresa que nos ha traído este gran deporte de
entretenimiento, que por cierto va mejorando a mi gusto gracias a los
luchadores de NXT y la reactivación de las divisiones roja y azul, si no
para que tratéis de ver más allá de WWE, que también hay vida y de buen
calibre como lo es Impact Wrestling. La gran alternativa a la WWE si
aún queremos vivir esos combates con un toque de extremidad y
rivalidades en todas las divisiones con igual de importancia, tal como
realizaba la WWE antes de que irrumpiera la maldita Era PG.

(Foto destacada: impactwrestling.com)
Víctor Calle
Sígueme en @VCalle4 (Twitter) o @H_Deportiva (www.historiadeportiva.com) y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.
Sígueme en @VCalle4 (Twitter) o @H_Deportiva (www.historiadeportiva.com) y sigan toda la información y actualidad deportiva en @SextoAnillo, en www.facebook.com/sextoanillo o en nuestro Instagram: sextoanillo.