Victoria
sin paliativos de Maren Lundby en la
única prueba de Saltos de Esquí femenino que se disputa en los Juegos Olímpicos
de Invierno de Pyeong Chang 2018. La joven noruega de 23 años, líder de la Copa del Mundo esta
temporada, partía como gran favorita e hizo buenos los pronósticos demostrando
su progresión desde el octavo puesto que logró en Sochi 2014 y el cuarto puesto
de los mundiales del año pasado.
Savia
nueva en la hegemonía de los Saltos de Esquí femeninos, puesto que Lundby fue secundada en el podio por
otra joven alemana, Katharina Althaus,
quien refrendó con la plata olímpica su segunda posición de este año en la Copa del Mundo (en Sochi fue
23ª con sólo 17 años), y por la gran dominadora en la especialidad en los
últimos años (ganadora cuatro veces de la Copa del Mundo, 2013, 2014, 2016 y 2017) pese a
contar ahora con solo 21 años, la japonesa Sara
Takanashi, que mejoró su cuarta plaza de Sochi, donde era la gran favorita
y se quedó sin metal, para colgarse al cuello la medalla de bronce.
Treinta
y cinco fueron las saltadoras que participaron en este evento olímpico, y Maren Lundby ya dejó claro su poderío
desde los saltos de entrenamiento disputados el día anterior, donde realizó el
mejor de todos con 111,0
metros en la segunda tanda.
En
el entrenamiento oficial celebrado por la tarde el mismo día de la competición,
12 de febrero, fue Althaus quien
realizó el mejor salto con 105.5
metros , totalizando casi tres puntos más que Lundby y seis que Takanashi. Tras ellas se situaba la subcampeona olímpica de Sochi,
la veterana austriaca de 34 años Daniela
Iraschko-Stolz. La vigente campeona olímpica en Sochi (donde se disputó
esta especialidad por primera vez en la historia) y doble campeona mundial en
2015 y 2017, la alemana Carina Vogt,
solo pudo ser octava en este salto, así como otra del grupo de favoritas, la
japonesa Yuki Ito, doble subcampeona
mundial y cuarta este año en la copa del mundo, fue quinta.
Ya
por la noche, en la primera ronda de saltos de la final olímpica, quien lo hizo
en primer lugar fue la italiana Evelyn
Insam, quinta en Sochi, realizando una muy pobre prestación y finalizando
esta ronda en penúltima posición, quedando fuera del corte de las treinta mejores
que disputarían la segunda ronda. La primera de las aspirantes a medalla en
competir fue Iraschko-Stolz, que con
un salto de 101,5
metros y una puntuación de 113,3 se situaba en cabeza a
la espera de que saltasen sus principales rivales.
Ya
entre las grandes favoritas, el salto de Carina
Vogt fue peor que el de la austriaca y se situó provisionalmente en segunda
posición a casi cinco puntos de distancia. De las cinco mejores clasificadas
este año en la Copa
del Mundo la primera en salir a escena fue la rusa (compitiendo bajo la bandera
olímpica representando a OAR, Olympic Athlete from Russia) Irina Avvakumova, que con 114,7 puntos se situaba en cabeza.
Posteriormente,
Yuki Ito hizo un mediocre salto de 94,0 metros que la
alejaba de manera casi definitiva de las opciones de medalla, mientras que las
tres grandes favoritas dejaron muy abierto el reparto de las medallas al quedar
separadas por apenas cinco puntos, siendo tercera Takanashi (103,5
metros y 120,3 puntos), segunda Althaus (106,5
metros , el más largo de esta tanda, y 123,2 puntos) y
primera Maren Lundby con 125,4
puntos tras un muy buen salto de 105,5 metros .
Yuki Ito no levantó cabeza en el salto
definitivo y acabó la competición en novena posición. De las seis grandes
aspirantes que quedaban a medalla la primera en saltar fue la defensora del
título olímpico, Carina Vogt, quien
mejoró su resultado de la primera tanda gracias a un salto de 101,5 metros que la
hizo totalizar 227,9 puntos, lo que le permitió superar nuevamente a su gran rival
de Sochi, Daniela Iraschko-Stolz,
otorgándole la quinta plaza final justo por delante de la austriaca por apenas
dos puntos (en Sochi solo las separó 1,2 puntos para el oro y la plata).
Si
no fallaban, las medallas se repartirían entre las cuatro últimas saltadoras,
abriendo el camino Irina Avvakumova,
quien con un salto de 102,0
metros ponía presión a sus rivales colocándose en cabeza
con 230,7 puntos.
La
siguiente en salir a escena era Sara
Takanashi, quien con el fantasma de su segundo salto en Sochi rondándola
(tras acabar tercera en la primera ronda, en la segunda solo fue novena para
finalizar la competición en cuarta posición fuera de las medallas a más de dos
puntos del bronce) subo sobreponerse a esa presión y con un salto de 103,5 metros se
colocaba en cabeza con un total de 243,8 puntos, asegurándose de esta forma la
ansiada medalla, pero todavía quedaba por ver el metal.
Solo
quedaban dos saltadoras, y sabían que el oro estaba destinado para una de ellas
si eran capaces de realizar buenos saltos. Katharina
Althaus tampoco sucumbió a la situación y con su salto se fue hasta los 106,0 metros , lo que
la colocaba en cabeza con 252,6 puntos y forzando a Lundby a dar lo mejor de sí misma.
Y
así lo hizo la noruega, y de que manera, puesto que en el salto definitivo lo
dio todo y se fue hasta los 110,0 metros , el mejor salto de toda la
competición oficial, sumando 139,2 puntos con el mismo para totalizar 264,6
puntos, doce más que la alemana, lo que le daba a Maren Lundby un más que merecido oro olímpico.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO