
Comenzó con intensidad el Alcobendas que, ya en el primer minuto, aprovechó un fallo defensivo local que derivó en un golpe de castigo, para tomar la iniciativa en el marcador tras la transformación de Linklater, pero el Quesos no tardó en cargar la batería.
El juego entró en una fase bastante estática, con poco juego a la mano, y en ella ambos equipos cometieron errores a partes iguales, si bien el equipo vallisoletano fue capaz de hilar una buena jugada para hallar el espacio adecuado en la zaga madrileña y anotar el primer ensayo del partido, de manos de Wesell-Bell.

Linklater pudo empatar el choque, pero se quedó corto a la hora de patear el oval y no llegó a palos su lanzamiento, tras un nuevo golpe de castigo cometido por el Quesos, lo que sí lograría Griffiths en la siguiente jugada, para ampliar la renta (14-8). No sería el tanteo definitivo antes del descanso, puesto que el Quesos cometía un nuevo golpe que, en este caso, se encargó de efectuar Mateu, para dejar el resultado en un apretado 14-11, que dejaba abierta todas las posibilidades.

El cuadro madrileño iba perdiendo gas y los vallisoletanos, brillantemente dirigidos por Tani Bay, desde su posición de medio melé, no perdonaron y dieron todo un recital de juego ofensivo para dejar sentenciado el partido, a falta de quince minutos (33-11) para el final, aunque el Alcobendas pudo añadir un nuevo ensayo que dejó el resultado en el definitivo 33-18. FUENTE