Los Chicago Bears han empezado con buen pie esta temporada NFL 2022/2023. Tuvieron que remontar y acabaron ganando por 10-19 en casa a los San Francisco 49ers en la Week 1 inaugural, en un partido donde a priori no eran nada favoritos.
Fue un duelo de quarterbacks sophomores de la clase del 2021, donde Trey Lance (164 yardas, 13/28 completos y 54 yardas terrestres) se estrenaba como nuevo líder de los 49ers mientras que Justin Fields (121 yardas en solo un 8/17, con 28 yardas corriendos) busca asentarse esta temporada como el QB del futuro de Chicago. Aunque Lance tuvo una primera mitad muy interesante, no supo sostener a su equipo hasta el final del encuentro. Por su parte, Fields dejó mucho que desear, pero la defensa le dio alas para que pudiese acabar liderando el primer triunfo de Chicago. Eso sí, cabe indicar que los 49ers no pudieron contar con su TE estrella George Kittle por lesión en la ingle.
Los 49ers eran favoritos para este partido
El duelo comenzó muy atascado por parte de ambos equipos en ataque, y con pérdidas de balón en los dos conjuntos. En primer lugar, Jaylon Johnson provocaba un fumble a Deebo Samuel que recuperaba el novato Jaquan Brisker, salvando a los Bears de un drive que había llegado a la redzone gracias a una recepción de hasta 31 yardas de Brandon Aiyuk. Sin embargo, Chicago no supo aprovechar ese turnover. Los 49ers interceptaban a Fields por medio de Talanoa Hufanga.
La ofensiva de los Bears estaba siendo tremendamente pobre. Fields apenas iba a completar tres lanzamientos de nueve intentados, y sería a running backs, a Khalil Herbert y David Montgomery. Desde 1991 no ocurría que un equipo no había dado ningún pase a un WR o un TE en toda la primera parte.
Chicago solo se movió por 68 yardas en estos dos cuartos iniciales, pero a San Francisco le iría mejor. Los dirigidos por Kyle Shanahan progreason 179 yardas en total en una primera mitad que sin embargo solo conseguirían una anotación. Lance parecía con confianza y junto a Elijah Mitchell (41 yardas terrestres en seis acarreos, la mitad de los intentos en este drive) avanzaron en una posesión desde aproximadamente mitad de campo hasta la endzone. Lance impulsó la serie con un pase completo de 20 yardas para Ray-Ray McCloud III. Finalmente, Deebo Samuel cogió el balón a seis yardas de la zona de anotación y se abrió para correr y lograr el touchdown, 7-0.
Nefasto ataque de los Bears en la primera parte
Con ese corto resultado se llegó al descanso. La cosa pintaba muy mal para unos inoperantes Bears en ataque, y empeoraba en el tercer cuarto cuando los 49ers anotaban en su primera posesión. Una tremenda big play entre Lance y Jauan Jennings, de 44 yardas, catapultó el drive que finalmente se quedaría en field goal de Robbie Gould para el 10-0.
Sin embargo, Chicago por fin tuvo capacidad de respuesta. Con David Montgomery como principal arma, se movieron hasta la yarda 50. Desde ahí, la magia de Fields apareció, eludiendo el QB un pocket ya colapsado para encontrar finalmente a un completamente desmarcado Dante Pettis. Con la jugada tan rota, el WR drafteado en 2018 por precisamente los 49ers pudo correr en solitario hasta 51 yardas para el touchdown.
Acto seguido, la defensa de los Bears respondió mientras además se veía que San Francisco había perdido la ligera capacidad ofensiva de la primera parte. Fields y los suyos volvían al campo. Un par de carreras de Montgomery, un pase de 22 yardas con la primera y única aparición en el encuentro de Byron Pringle, y dos scrambles del propio Fields para un total de 26 yardas llevaron de nuevo a Chicago al campo rival. El QB sophomore egresado en Ohio State conectaría un pase de touchdown de 18 yardas con Equanimeous St. Brown para que los de Illinois se pusieran por primera vez por delante en el marcador (10-13). Cairo Santos fallaba el extra point.
La joven defensa de Chicago facilita el trabajo a Justin Fields
Desde entonces, la defensa de los Bears iba a clausurar la victoria para el nuevo conjunto dirigido por Matt Eberflus. Estábamos en el último cuarto cuando Lance se veía interceptado en su propio campo por Eddie Jackson, quien además corrió para dejar el balón en la yarda 21 de San Francisco. Ahora sería Herbert el que recibía los handoffs y ganaba un par de primeros downs para ponerse a tres yardas de la goal line. Y el mismo running back llevaría el balón a la endzone. Nuevamente, el kicker fallaba la conversión y los Bears se quedaban con un marcador de 10-19 a siete minutos del final.
Durante todo el partido no paró de llover en el Soldier Field. Pero el agüacero ganó en intensidad en los últimos minutos del encuentro, donde los 49ers ya tenían que arriesgar algo más para intentar remontar a la desesperada. Y con la lluvia, la tarea se complicaba algo más. La defensa de los Bears aguantó en los dos últimos drives que San Francisco intentó buscar la anotación, con dos cuartos downs jugados pero finalizados en pases incompletos de Lance.
