El America's Game of the Week hacía enfrentar a los Dallas Cowboys con los Philadelphia Eagles. Todo un duelo divisional con además dos equipos en muy buen estado de forma y resultó, como no podía ser de otra forma, un partido que pudo llevarse cualquiera. De hecho los Cowboys tuvieron las de ganar en varias ocasiones pero finalmente no pudieron rematar la faena, y acabaron sucumbiendo por 23-28 ante unos Eagles que marchan 8-1 líderes de la NFC.
Por su parte, Dallas desciende en la clasificación al tener un récord de 5-3 compartido con San Francisco 49ers y Seattle Seahawks, mientras los Detroit Lions sostienen un 6-2 de balance. Sobre los Eagles, su único escollo fue la derrota contra los New York Jets, mientras que los Cowboys podrían haber completado una valiosísima racha de victorias sobre Los Angeles Chargers, Los Angeles Rams e Eagles. Pero se han quedado solo con los triunfos seguidos sobre las dos franquicias angelinas.
Estaban frente a frente la tercera mejor defensa en yardas por partido de la actual NFL, los Cowboys, contra el tercer mejor ataque en yardas por juego, los Eagles. Mucho equilibrio entre ambos conjuntos y empezaron con las espadas por todo lo alto, anotando y respondiendo cada uno.
La defensa de Eagles ahogó a Prescott
Abrió la lata Philadelphia tras jugarse un cuarto down con éxito y, por medio de una option, Kenneth Gainwell llevaba el balón y se lanzó hacia la endzone. Igual de atrevidos empezarían los Cowboys. En un cuarto down Dak Prescott (374 yardas, 29/44) conectaba una big play con CeeDee Lamb para 29 yardas, y después anotaría el tight end Jake Ferguson.
El front-seven de los Eagles iba a colapsar todo el rato el pocket rival, aunque su secundaría sufría. Un imparable Haason Reddick se apuntó un sack en la siguiente posesión de Dallas y fue un reflejo de un Prescott que tenía que intentar escaparse todo el rato de la presión. Con dos pases hacia Lamb y Ferguson estando las jugadas ya rotas, los Cowboys regresaron a primera y gol y KaVontae Turpin sería el destinatario del touchdown.
Como respuesta, los Eagles avanzaban con Jalen Hurts (207 yardas, 17/23 completos) conectando una gran jugada de 19 yardas con DeVonta Smith y otra de 20 yardas con D'Andre Swift. Finalmente, Hurts anotaba su 33º touchdown en su carrera, récord para un quarterback en la historia de la franquicia superando a Randall Cunningham (32). Lo hizo como no podía ser de otra forma con la jugada Brotherly Shove, una formación estilo rugby donde todos empujan y las defensas aún no saben cómo pararlo.
Con 14-14 en el marcador, se iba cerrando la primera parte y los Cowboys tomarían la delantera con un field goal. En la yarda 51, el kicker Brandon Aubrey cumplía. Los Eagles tendrían aún tiempo para hacer algo pero lo único que vivieron fue un feo sack de Micah Parsons donde dejó dolorido a Hurts.
Jalen Hurts y los suyos toman una ventaja clave en el tercer cuarto
No obstante, el tercer cuarto fue muy positivo para Philadelphia. Lo inauguraron con un drive finalizado en un bonito touchdown de DeVonta Smith de 29 yardas ganando el uno contra uno al cornerback DaRon Bland.
Y mientras la defensa hacía su trabajo, Hurts comandó nuevamente a los Eagles hacia la zona roja. La mala noticia era que Dallas Goedert, tras ganar 28 yardas, se iba a lesionar con una fractura en el antebrazo. Hurts después daría su segundo envío a la endzone, ahora con A.J. Brown, y Philadelphia conseguía la primera distancia de más de una anotación, culminándose ya el tercer cuarto (17-28).
Desde entonces la defensa texana forzaría despejar todo el rato a los Eagles, pero en ataque tuvieron varios fallos claves que evitaron la remontada. En primer lugar, llegando hasta las últimas diez yardas, los Cowboys se jugaban un asequible cuarto down donde Prescott conectaba con el rookie Luke Schoonmaker. Pero este era placado por Nicholas Morrow y clavaba rodilla sobre la goal line, estando el balón sin rebasar el plano.
Lamb (191 yardas en 11 recepciones) y el sophomore Ferguson (91 yardas en 7 capturas) continuaron siendo las principales armas ofensivas de Prescott. Imparables para la secundaria de Eagles. Movieron cadenas y Prescott ejecutaba su tercer pase anotador con Jalen Tolbert para el 23-28. Buscaron convertir de dos para ponerse a distancia de field goal, pero en la carrera del quarterback, pese a ser inicialmente exitosa rebasando la línea de gol, justo cuando estiraba el brazo pisaba fuera y era invalidado en la revisión.
La defensa de Eagles sobrevivió como pudo a los errores de Dallas
Ese fue el segundo gran error. El tercero, tras otro rápido punt y con menos de cinco minutos, llegaría en un drive que también avanzaba a la redzone. Sin embargo, la línea ofensiva concedía dos sacks consecutivos, con Brandon Graham y Jalen Carter como autores. Los Cowboys tendrían que convertir un 4&8 pero el pase se iba algo alto hacia Tolbert que además estaba bien defendido por James Bradberry.
Una última oportunidad tendría Dallas de dar la vuelta a este partido. Con 46 segundos en el reloj, Prescott reaparecía y los de Nick Sirianni se empezaban a poner nerviosos y causaban varias faltas que regalaban el campo. Una interferencia de pase de Bradberry, un golpe tardío absurdo de Reddick y un offside de Jalen Carter. Sin embargo, todo se empezó a emborronar igualmente con malas acciones de los Cowboys. Salida falsa del liniero Tyler Smith y después Josh Sweat lograba capturar duramente a Prescott haciendo correr el reloj. Habían llegado a la yarda seis rival y de repente estaban a 22 yardas de la endzone, consumiéndose el último medio minuto del partido.
Para colmo, el ataque de Cowboys provocaba un delay of game, y les retrasaba cinco yardas más. Como jugada final, Prescott lanzaba hacia CeeDee Lamb en 3&26, pero el receptor era placado por Darius Slay y Sidney Brown sobre la yarda tres, sin tiempo ya y encima había fumble en la jugada. Con ello, los Eagles se salvaban sobre la campana y derrotaban a Dallas en este apasionante encuentro.
