En 1993 se fundaba una complicada franquicia de hockey hielo en Florida del Sur, los Florida Panthers. Tras años y años de sufrimiento y de poco seguimiento en la ciudad, al fin los Panthers desde 2020, contratando a un nuevo GM como Bill Zito, consiguieron tener temporadas de éxitos. Y grandes éxitos, jugando sus segundas finales en 2023, y las terceras este año, consiguiendo a su vez su primera Stanley Cup tras una serie apoteósica de siete juegos contra los Edmonton Oilers.
La franquicia canadiense buscaba la épica remontada después de ir tres partidos abajo, algo que solo han conseguido cuatro equipos en toda la historia de los Playoffs de la NHL (Toronto Maple Leafs en la Stanley Cup de 1942, New York Islanders 1975, Philadelphia Flyers 2010, Los Angeles Kings 2014). Pero en el regreso de la serie por última vez al Amerant Bank Arena, los Panthers sacaron de nuevo su gran defensa a relucir y vencieron por 1-2 en el encuentro decisivo para llevarse la Stanley Cup 2024.
Un anillo que se va a Florida a pesar del jugador que en mejor estado de forma está actualmente en todo el mundo, Connor McDavid. Se ha cargado el récord de cantidad de asistencias en una postseason, hasta 34 asistencias, y se ha llevado incluso, merecidamente, el Conn Smythe Trophy, al mejor jugador de estos Playoffs. Es el sexto jugador que consigue este trofeo perdiendo las finales, el segundo sin contar a los porteros (Reggie Leach, Flyers 1976). Los guardametas hasta ahora galardonados de esta forma, sin ser los campeones, han sido Jean-Sebastien Giguere (Anaheim Ducks 2003), Ron Hextall (Flyers 1987), Glenn Hall (St. Louis Blues 1968) y Roger Crozier (Detroit Red Wings 1966).
De esta manera, a la tercera fue la vencida. Los Panthers consiguen una Stanley Cup en sus terceras finales (1996, 2023, 2024) y se eliminan de la fea lista de equipos NHL que aún no saben lo que es ser campeones. Un listado compuesto ahora por diez equipos: Arizona Coyotes, Buffalo Sabres, Columbus Blue Jackets, Minnesota Wild, Nashville Predators, Ottawa Senators, San Jose Sharks, Vancouver Canucks, Winnipeg Jets y los recientes Seattle Kraken.
En el Game 7, Carter Verhaeghe adelantaba a los Panthers a los cinco minutos disputados, desviando hacia dentro de la portería un disparo de Evan Rodrigues. Esta era la primera vez que Florida iba ganando en partido desde el Game 3. Aunque no tardaron en reaccionar los Oilers, y Mattias Janmark empataba en una situación generada de uno contra uno ante Sergey Bobrovsky tras un gran pase de Cody Ceci (1-1).
A cinco minutos de marcharnos al tercer periodo, Florida lograba al fin romper el empate que perduró por buena parte del partido. Tras una gran salvada bajo tubos de Dmitry Kulikov, el puck se dirigió a la portería de Stuart Skinner y llegaba el gol con un trallazo de Sam Reinhart (1-2).
Desde el 14:39 del último tercio, los Panthers se pasarían diez minutos sin lograr ni un solo tiro a la portería rival. No obstante, estaban defendiendo la ventaja en el marcador con uñas y dientes, a base de defensa y del muro de Bobrovsky en portería.
Ya a minuto y medio, los Oilers decidían atacar con seis patinadores, sin portero. Pero los Panthers resistieron los últimos segundos de partido para proclamarse nuevos campeones de la NHL. Un anillo que llega a grandes jugadores de esta liga como Matthew Tkachuk, Bobrovsky, Oliver Ekman-Larsson, o a los incondicionales de Florida Aleksander Barkov y Aaron Ekblad. Es el segundo para Vladimir Tarasenko, que campeonó también con los Blues en 2019.
