
Ruth superó a la primera 1,95 metros, su mejor marca del año, pero no pudo luego con 1,98. Diez oros como diez soles, y consecutivos. La otra gran saltadora vertical, Naroa, conquistó el título con 4,30 y luego no pudo con cinco centímetros más. Lo importante, en todo caso, es que las lesiones quedaron atrás.
En cuanto a los jóvenes suficientemente preparados, Cacéres llegó a 8,08 en el tercer ensayo, tercera marca europea del año en estos momentos, pero luego se resintió de una lesión y encendió las alarmas. También se había clasificado para la final de 60 metros, pero, lógicamente, dejó su calle vacía. Bárbara ganó la prueba de las mujeres completas y batió el récord gracias al esfuerzo final en los 800: debía hacer 2:18.24 y terminó en 2:16.22. Sumó 4.381 puntos y relegó a la historia a María Peinado (4.352 en 2002).
La lucha generacional se manifestó también, en todo su esplendor, en el lanzamiento de peso. Tercer título para Borja Vivas (un gigante de 2,03 metros de estatura y de 26 años de edad) y resistencia numantina de Manuel Martínez (diez primaveras más), que se resiste a abandonar el podio. Fue segundo con 18,92, mientras que Vivas llegaba a 20,18. En 3.000, galopada en solitario de Jesús España, líder desde el primer centímetro al último. La emoción estuvo, sólo, en la lucha por la plata.
Digna Luz Murillo remató con su tercer título consecutivo de 60 metros lisos un fin de semana exitoso para el matrimonio Perea que había empezado con un triunfo futbolístico.
Apenas doce horas después de que el Atlético de Madrid, con su marido, Luis Perea, como central, consiguiera la victoria en su visita al Real Zaragoza, Murillo ganó la final de 60 metros con un tiempo de 7,31, su mejor marca personal.

Sexto título para Vivancos
Felipe Vivancos revalidó su título de campeón de España de 60 metros vallas en pista cubierta y obtuvo su sexta corona con un tiempo de 7.71, aprovechando la ausencia por lesión de su gran rival, Jackson Quiñónez.
Una rotura de fibras en el muslo derecho impidió a Quiñónez, cuatro veces campeón, presentar batalla en Valencia al atleta balear, aunque no renuncia todavía a formar parte del equipo español en los Europeos de París.
Vivancos confirmó su buen momento ya en las semifinales con el mejor registro español del año (7.69). En la final, sin ninguna presión, estuvo dos centésimas más lento pero aún así fue el único de bajó de los ocho segundos.
Docavo, estrella júnior
Vicente Docavo, valenciano de 19 años, se proclamó campeón de España de triple salto en pista cubierta y batió, de paso, dos veces el récord nacional júnior (16,24 y 16,61) en una final con podio exclusivo del Playas de Castellón.
Fue también un éxito completo del entrenador Claudio Veneciano, que dirige a Docavo, José Emilio Bellido (segundo con 16,23) y Pablo Torrijos, otro júnior, que fue tercero con 16,16. Los tres mejoraron sus marcas personales.
Olmedo se hace con el mando en 1.500
Manuel Olmedo, un ochocentistareconvertido al 1.500, completó su asalto a la supremacía nacional en esta distancia al proclamarse campeón de España en pista cubierta al año siguiente de haber obtenido en Avilés el título al aire libre.
Dos títulos nacionales y una medalla de bronce en los campeonatos de Europa al aire libre convierten a Olmedo, discípulo de Enrique Pascual en Soria, en el atleta de referencia del 1.500 español a la espera de la campaña veraniega, en la que el hoy ausente Arturo Casado, actual campeón de Europa, le disputará el trono.
Las bajas de Casado, que prefirió entrenarse una temporada en Marruecos, y de Reyes Estévez, unidas a la menor pegada de Juan Carlos Higuero después de siete meses de inactividad por lesión, reducían la final de 1.500 a un mano a mano entre Diego Ruiz, actual campeón de España, y Manuel Olmedo, la figura emergente de la distancia y medallista de bronce en los Europeos al aire libre.
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