De esa guisa, un entonado Kiyoshi Uematsu se llevaba por delante al kazajo Zaripkanov, al canadiense Tritton y al todopoderoso mongol Sainjargal (12º del Mundo) para plantarse en unas semifinales donde, a pesar de la lucha del español, no pudo derrotar al finalmente oro de este Grand Prix, el coreano Wang. Brillante bronce para el español que vuelve a mostrar sus credenciales de clasificación olímpica.
