El púgil puertorriqueño Miguel Cotto vivió en el Madison Square Garden, de Nueva York, la noche deseada desde hacia tres años al vencer por nocáut técnico en el noveno asalto al mexicano Antonio Margarito para revalidar el título de campeón del peso superwelter, versión Asociación Mundial de Boxeo (AMB).
El triunfo no sólo tuvo para Cotto el premio de seguir siendo campeón sino que también logró vengarse de la derrota sufrida en julio del 2008 ante Margarito, en Las Vegas, cuando le quitó el invicto, y lo dejó nocáut en el undécimo asalto.
Esta vez, Cotto llegó con la lección aprendida y dio una exhibición de boxeo para además castigar con dureza al púgil mexicano.
Por eso cuando el árbitro de la pelea, Steve Smoger, decidió pararla antes que comenzase el décimo asalto, por indicación del médico responsable del cuadrilátero, Anthony Curreri, de no seguir, Cotto se acercó a la esquina de Margarito para mirarlo fijamente, en tono despectivo. FUENTE
El triunfo no sólo tuvo para Cotto el premio de seguir siendo campeón sino que también logró vengarse de la derrota sufrida en julio del 2008 ante Margarito, en Las Vegas, cuando le quitó el invicto, y lo dejó nocáut en el undécimo asalto.
Esta vez, Cotto llegó con la lección aprendida y dio una exhibición de boxeo para además castigar con dureza al púgil mexicano.
Por eso cuando el árbitro de la pelea, Steve Smoger, decidió pararla antes que comenzase el décimo asalto, por indicación del médico responsable del cuadrilátero, Anthony Curreri, de no seguir, Cotto se acercó a la esquina de Margarito para mirarlo fijamente, en tono despectivo. FUENTE