El holandés Danny Van Poppel gana la duodécima etapa y Aru sigue líder - Historia Deportiva

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HISTORIA DEPORTIVA

3 de septiembre de 2015

El holandés Danny Van Poppel gana la duodécima etapa y Aru sigue líder

El joven holandés Danny Van Poppel (Trek), de 22 años, hizo el mejor homenaje posible a su padre, Jean Paul, ganador de nueve etapas de la Vuelta a España entre 1991 y 1994, al alzar los brazos como vencedor de la duodécima jornada. El italiano Fabio Aru (Astana) mantiene el maillot rojo de líder

En el nombre del padre y del hermano mayor, Boy, que también corre en la Vuelta con el Trek, el pequeño Danny hizo honor a uno de esos apellidos ilustres que el ciclismo guarda en sus páginas más brillantes. 
Y lo hizo como un veterano, ganando la partida a los especialistas que quedan, entre los que se encontraba el alemán John Degenkolb, siempre favorito, siempre inédito.
La saga Van Poppel sigue ganando cuatro lustros después. Danny dejó claro que no quiere que lo comparen con su padre. "Danny a secas", quiere que le llamen. Otro intruso de los que han amargado la Vuelta a los grandes del esprint, como lo fueron su compañero belga Styvens en Murcia, el italiano Svaragli en Castellón y el australiano Cabel Ewan en Alcalá de Guadaira.
Además, su victoria, por delante del surafricano Daryl Impey (Orica) y del belga Van der Sander (Lotto Soudal), tuvo "inri", pues tuvo que remontar tras sufrir una avería a 10 kilómetros de meta. No solo se sobrepuso Danny al percance, sino que fue más listo que nadie a la hora de la verdad.
Danny se pegó a la rueda de Degenkolb en la recta, en un final caótico y desordenado, y al ver que el alemán se equivocaba de trazada, no se cebó, sino que abrió su camino en línea recta para volver a remontar. Esta vez para lograr la primera victoria en una grande desde que debutó en profesionales con 19 años en el Rabobank.
Guión previsto y cumplido. Después de la tempestad de Andorra llegó la calma a un pelotón que echó en falta a su principal estrella, el británico Chris Froome. El ganador del Tour también soñaba con un doblete, pero como le pasó a Alberto Contador, tuvo que aplazar el sueño.
"Se acabó la Vuelta", dijo el corredor del Sky de buena mañana. Solo podía andar con muletas. Las pruebas radiológicas desvelaron la fractura del hueso navicular del pie derecho. Primero se fue Nibali, ahora Froome. Y Nairo sufre más de la cuenta. Las estrellas de la Vuelta se van apagando.
Mientras tanto, se enciende el maillot rojo del italiano Fabio Aru, que dice estar "encantado" con Mikel Landa, compañero del Astana hasta final de curso. El sardo vivió su primera experiencia vestido de rojo. Purito Rodríguez a 27 segundos y el holandés Tom Dumoulin a 30 le siguen.
Del resto favoritos se supo poco. Si acaso preocupa, y mucho, el estado del colombiano Nairo Quintana (Movistar). "He llegado vacío, con sufrimiento, y gracias a mis compañeros". Aunque pronto le llamará de nuevo la montaña, será difícil que saque a relucir su excelente genética.
La historia de la etapa fue la de la persecución habitual detrás de los escapados, que los hubo. Apenas salió el pelotón del Principado, al paso por la Seu D'Urgell, kilómetro 9, ya se había formado la escapada del día con Bouet (Etixx), Rubiano (Colombia), Venter (MTN-Qhubeka), Lindeman (LottoNL-Jumbo) y Gougeard (Ag2r).
El pelotón fue permisivo hasta el punto de pasar apuros para neutralizar al quinteto, hecho que se produjo en la recta de meta de Lleida, a 600 metros de la línea. El GPS casi le hace una broma muy pesada al gran pelotón, pero al final consiguió engullir a los aventureros.
Fue cuando surgió "Danny a secas", quien a pesar del peso del apellido voló ligerito hasta agarrar el botín en juego. El excampeón nacional de ciclocross está lejos del palmarés del gran Jean Paul, también con 9 etapas en el Tour, pero por algo se empieza. Vuelven los Van Poppel.
Este viernes se disputa la decimotercera etapa, entre Calatayud y Tarazona, de 177 kilómetros.

Fuente: EFE