La selección de Estados Unidos se ha colgado su tercer oro olímpico consecutivo en el torneo de baloncesto masculino después de dar una tremenda paliza a Serbia, 96-66. No tuvieron rival en una final algo aburrida para el espectador, y subieron por decimoquinta vez a lo más alto del podio. De las tres finales seguidas, esta ha sido en la que más fácil ha tenido la victoria, pues España en Pekín y Londres plantaron cara y aguantaron hasta el final a los todopoderosos NBA, algo que los balcánicos solo han podido hacer en los primeros diez minutos.
El hombre del partido fue sin lugar a dudas Kevin Durant, que aportó 30 puntos y fue el principal culpable de este resultado tan abultado. Serbia, que volvía a los Juegos Olímpicos 12 años después de Atenas 2004, repite la medalla de plata que se colgaron la antigua Yugoslavia en Atlanta 1996.
La selección serbia empezó tranquila en ataque y consistente en defensa, costándoles a los norteamericanos entrar en el partido. Sin embargo, la defensa de Estados Unidos fue tomando seriedad, y la gran diferencia reboteadora (18-8 en el primer cuarto, 54-33 en el total) produjo un primer balance positivo para ellos, cerrado con un triple de Durant en el primer cuarto, 15-19.
La selección de Krzyzewski abrió un parcial sin respuesta demoledor en este cuarto, con 24 puntos de Durant al descanso, llegando a meter 11 puntos prácticamentes conecutivos a través de tres triples y un mate. Serbia desde este momento no iba a levantar cabeza.
Acomodados en el marcador, Estados Unidos comenzó a disfrutar con sus ataques imparables, mientras que mantenían la concentración en defensa para impedir que los balcánicos tuviesen tiros fáciles, y dejaron al equipo de Djordjevic con apenas 40 puntos en 30 minutos de juego (43-79).
No hubo más historia ni guión en esta final olímpica sin emoción alguna. Los norteamericanos solo dejaron pasar los minutos intentando dar espectáculo mientras Serbia sacaba a sus jóvenes como Bogdanovic, Nedovic o Jokic para cerrar este encuentro.
El hombre del partido fue sin lugar a dudas Kevin Durant, que aportó 30 puntos y fue el principal culpable de este resultado tan abultado. Serbia, que volvía a los Juegos Olímpicos 12 años después de Atenas 2004, repite la medalla de plata que se colgaron la antigua Yugoslavia en Atlanta 1996.
1º CUARTO
La selección serbia empezó tranquila en ataque y consistente en defensa, costándoles a los norteamericanos entrar en el partido. Sin embargo, la defensa de Estados Unidos fue tomando seriedad, y la gran diferencia reboteadora (18-8 en el primer cuarto, 54-33 en el total) produjo un primer balance positivo para ellos, cerrado con un triple de Durant en el primer cuarto, 15-19.
2º CUARTO
La selección de Krzyzewski abrió un parcial sin respuesta demoledor en este cuarto, con 24 puntos de Durant al descanso, llegando a meter 11 puntos prácticamentes conecutivos a través de tres triples y un mate. Serbia desde este momento no iba a levantar cabeza.
3º CUARTO
Acomodados en el marcador, Estados Unidos comenzó a disfrutar con sus ataques imparables, mientras que mantenían la concentración en defensa para impedir que los balcánicos tuviesen tiros fáciles, y dejaron al equipo de Djordjevic con apenas 40 puntos en 30 minutos de juego (43-79).
4º CUARTO
No hubo más historia ni guión en esta final olímpica sin emoción alguna. Los norteamericanos solo dejaron pasar los minutos intentando dar espectáculo mientras Serbia sacaba a sus jóvenes como Bogdanovic, Nedovic o Jokic para cerrar este encuentro.