El
dúo chino formado por Ruolin Chen y Huixia Liu le ha dado una nueva medalla
de oro a su país tras vencer, con más incertidumbre de la prevista, en los
Saltos Sincronizados en Plataforma de 10 metros categoría femenina.
Las
chinas cogieron ventaja desde el primer salto, como está siendo la tónica por
parte de sus compatriotas en todas las competiciones de Saltos disputadas hasta
el momento en estos Juegos, aunque la ventaja nunca llegó a ser excesivamente
amplia, e incluso según iban pasando los saltos la diferencia fue menguando por
momentos. Presionando a las chinas se encontraban las saltadoras de Malasia Jun Hoong Cheong y Pandelela Rinong Pamg junto a las norcoreanas Kuk Hyang Kim y Mi Rae Kim,
que no dejaban que la diferencia a favor de las chinas fuese más allá de los
diez puntos.
Al
finalizar la cuarta ronda de saltos, las chinas aventajaban en escasamente 4,68
puntos a las representantes de Malasia y en 5,64 a las de Corea del
Norte, por lo que el más mínimo error podría suponer la pérdida de un oro que
tenían prácticamente adjudicado desde antes de empezar la competición…
…
pero no fallaron, más bien al contrario, las chinas realizaron el mejor salto
de todo el concurso sumando 87,36 puntos para un total de 354,00 que les
aseguraba el título olímpico y el deseado metal dorado. Esta triunfo suponía la
primera medalla olímpica para la joven Huixia
Liu, doble campeona mundial en esta prueba junto a su actual compañera y
mejor saltadora del año 2014 para la
FINA , mientras que para la veterana Ruolin Chen (que también fue mejor saltadora del año para la FINA , pero en 2010) era su
tercer oro olímpico en sincronizados, puesto que ya lo obtuvo en Pekín 2008 con
Xin Wang y era la vigente campeona de
Londres junto a Hao Wang, además de
otros dos oros en la
Plataforma de 10 metros individual en Pekín y Londres.
Tras
el último salto de las chinas ya solo quedaba por ver quienes se adjudicarían
las otras dos medallas. Cheong y Pamg realizaron también su mejor salto
(82,56 puntos) en la última tanda y se afianzaban en la segunda posición con
344,34 puntos. Las siguientes en saltar eran las norcoreanas, pero no pudieron
aguantar la presión y fallaron de manera estrepitosa, sumando únicamente 61,44
puntos y dejando en serio riesgo su tercera posición, puesto que quedaban por
saltar canadienses y británicas, que tenían a su alcance subir al tercer
escalón del cajón y superar los 322,44 de las Kim.
El
salto de las canadienses Meaghan
Benfeito y Roseline Filion, que habían
llegado a la última ronda en quinta posición, fue muy bueno y sumaron 80,64
puntos, para un total de 336,18, con lo que superaban a las norcoreanas y se
colocaban momentáneamente en la tercera posición.
Y
con toda la presión sobre ellas en el último salto de la competición, las
británicas Tonia Couch y Lois Toulson no pudieron hacer como sus
compatriotas Daley y Goodfellow el día anterior y cometieron
un fallo que las dejó sin medalla, puesto que los 63,36 puntos que recibieron
las relegaba al quinto puesto final con 319,44 puntos. Por consiguiente, la
medalla de bronce fue para las canadienses y el cuarto puesto para las
norcoreanas.
La
sexta posición final fue para las mexicanas Paola Espinosa y Alejandra
Orozco, que hicieron un concurso muy por debajo de sus posibilidades,
sumando únicamente 304,08 puntos. Y otras que estuvieron muy por debajo de su
nivel fueron las estadounidenses Amelia
Cozad y Jessica Parratto, que no
pudieron pasar del séptimo puesto que mantuvieron durante toda la competición,
sumando al final 301,02 puntos.
La
octava y última posición la ocuparon las saltadoras locales Ingrid Oliveira y Giovanna Pedroso, que tuvieron fallos bastante notables y solamente
obtuvieron 280,98 puntos en el total de sus cinco saltos.
Tras
la competición, un suceso extradeportivo está revolucionando las redes sociales
y a los propios organizadores de los Juegos Olímpicos, puesto que el agua de la
piscina de saltos del Centro Acuático Maria Lenk, que por la mañana era
totalmente cristalina, ha ido pasando a lo largo del día a un color verdoso que
ha creado la incertidumbre en la organización sobre el futuro de las pruebas
que quedan por disputarse y sobre lo que puede haber provocado este cambio.
Según
las primeras hipótesis, algún tipo de bacteria o algas muy resistentes en el
agua pueden ser los causantes del extraño suceso, aunque la organización ha
querido dejar claro que el estado del agua no es perjudicial para los
deportistas, a tenor de las pruebas que se han realizado. Algunas de las
saltadoras que han competido esta tarde han negado que el hecho del cambio de
color del agua les haya supuesto ningún impedimento para realizar sus saltos.
De
todas formas, habrá que esperar para ver por donde sale esta situación tan
curiosa, puesto que ante todo debería primar la seguridad de los deportistas
por encima de cualquier otra circunstancia, pero ya se sabe…
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO