Da igual que se vea obligado a entrenar en carreteras de polígonos o en la montaña por la falta de instalaciones de ciclismo en pista, Alfonso Cabello sabe explotar al máximo sus recursos y brilla cada vez que se sube a la bicicleta. El triple campeón del mundo ha vuelto a demostrar su talento y explosividad en el velódromo conquistando el bronce en Río de Janeiro, su 2ª medalla en los Juegos Paralímpicos tras el oro de Londres 2012.
Era una misión complicada, ya que además de pedalear para combatir el tiempo, también tenía que lidiar con la factorización de esta prueba (su clase es C5), ya que competía con ciclistas de la categoría C4, a los que se le aplica un factor de ventaja que rebaja su marca en 2 segundos. Mientras que al cordobés, la amputación de su antebrazo izquierdo no le resta nada de tiempo. Por ello, subir al podio estaba muy caro, pero el corredor andaluz ha demostrado ser muy competitivo y voraz.
Se vació en el anillo de madera con una actuación soberbia, completando los 1.000 metros en 1:04.494. Salió con mucha fuerza, se mostró agresivo en los primeros 500 metros y pese a la fatiga, aceleró para lograr una gran marca que le daba el bronce. El oro fue para el británico Jody Cundy (1:02.473) y la plata para el eslovaco Jozef Metelka (1:04.194).
En el 1 km contrarreloj femenino en categoría B, Josefa Benítez y su guía Beatriu Gómez han terminado en el puesto 12. Y en las diferentes pruebas de persecución individual los nuestros no han podido acabar entre los cuatro primeros que jugarían más tarde por subir al pódium. En C1 Juan José Méndez ha terminado 9º y último, en C2 Maurice Eckhard ha sido 7º y C3 Eduardo Santas ha concluido 6º.