Después
de 18 grandes temporadas en la NBA distribuidas entre cuatro equipos
(Bucks, Supersonics, Celtics y Heat), 2 anillos de campeón (2008 con
Boston y 2013 con Miami), 10 veces All-Star y líder absoluto de triples
anotados en la liga (la cifra está en 2973, y tuvo un porcentaje del 40%
de acierto), Ray Allen ha decidido retirarse a sus 41 años con un
promedio finalde 18’9 puntos, 4’1 rebotes y 3’4 asistencias en 1300
partidos de temporada regular.
"Serás el enemigo de mucha gente, será la vida más dura pero también la más satisfactoria posible. Lo que quiero que hagas es esto: sal a la cancha. Quédate en la cancha. Puedes construir tu existencia completa en ella. En el instituto te creerás que ya sabes lo que es ser un gran jugador de baloncesto pero en realidad no tendrás ni idea. Cuando llegues a la Universidad de UConn es cuando tu entrenador empezará a enseñarte lo que es trabajo duro de verdad.
Podría
acabar aquí y ya sería excitante lo que espera pero más allá hay una
carrera de 18 años en la NBA. ¿Cómo se resume eso? ¿qué es lo
verdaderamente importante? Jugarás contra tus ídolos: Michael Jordan y
Clyde Drexler. Jugarás al lado de Hall of Famers: Kevin Garnett, Paul
Pierce, LeBron James, Dwyane Wade. Te asustarás. Te sentirás fuera de la
liga. Pero seguirás peleando cada día, trabajando sin parar.
Tirarás
más de 26.000 tiros en tu carrera. Casi seis de cada diez no entrarán.
Ya te lo dije: este juego es un hijo de puta. En cada vestuario que
pises todo el mundo dirá lo correcto: que quieren sacrificarse para
ganar un título. Pero la vida no es una película. No se trata de ser la
estrella de los finales igualados o de lo que dices cuando hablas: se
trata de trabajar duro cada día y cuando nadie está mirando.
Ahora
te escribo como un tipo de 41 años que se retira y que está
completamente en paz consigo mismo. Serás más que un jugador de
baloncesto. Rodarás películas. Viajarás por el mundo. Serás marido y
padre de cinco hijos maravillosos.
Ahora,
la pregunta más importante no es “¿quién se supone que soy?”, ni
siquiera “¿qué tengo que hacer para ganar otro anillo de campeón? Ahora
la frase más importante es “papá, ¿sabes lo que me pasó hoy en clase de
matemáticas?”. Esa es la recompensa que te espera al final del camino.
Sal a la pista. Quédate en la pista. Trabaja, jovencito. Mucha gente
nunca sabrá cómo eras realmente. Pero sabrán que trabajabas duro”.