No fueron ni Prescott ni Elliott los que brillaron en el partido de los Cowboys en el Thursday Night Football, sino fue la defensa quien asumió el papel de protagonista para derrotar a los Vikings por un agónico 17-15 en la Week 13.
De esta forma, Dallas ya cuenta con una racha de 11 partidos seguidos, y
se acercan a Playoffs: si pierden este fin de semana los Buccaneers,
tendrán garantizada la temporada hasta enero.
1 | 2 | 3 | 4 | T | |
Dallas Cowboys (11-1) | 0 | 7 | 0 | 10 | 17 |
Minnesota Vikings (6-6) | 3 | 0 | 3 | 9 | 15 |
El quarterback rookie del equipo texano no tuvo su día (139 yardas en 12/18), pero tampoco Bradford
(247 yardas) supo liderar su ofensiva como para garantizar una victoria
a Minnesota en los instantes definitivos: falló el pase que habría
convertido el último touchdown en dos puntos más y habría forzado la prórroga.
Tampoco pudo destacar como nos tiene acostumbrados esta temporada el running back Ezekiel Elliott, pues llegó sólo a 86 yardas en 20 jugadas de carrera. Eso sí, aportó un touchdown de 1 yarda que inauguraba el marcador de su equipo tras una magnífica recepción de Dez Bryant que se fue hasta las 56 yardas llegando a la redzone rival.
Esto puso el marcador en 7-3 ya que Forbath había estrenado a los Vikings en el primer cuarto. El kicker iba a ser el único que iba a recompensar los drives de Bradford que ponían a Minnesota cerca de la endzone de los Cowboys, y, con dos field goals
consecutivos, uno en el tercer cuarto y otro a inicios de los últimos
15 minutos, devolvía las riendas del marcador al equipo local (7-9).
Sería en este cuarto donde se iba a definir el encuentro. Prescott no se encontraba a gusto, no lograba alargar los drives
(solo convirtieron 1/9 tercer downs) y apenas conseguía conectar con
sus receptores, pues solo completó doce pases en todo el partido.
Incluso perdió un fumble por culpa de Brian Robinson tras ser sackeado.
Esto permitió que Minnesota iniciase el siguiente ataque en la yarda 25
del enemigo, para que posteriormente Forbath cumpliera y pasara el
balón entre los palos.
Sin embargo, apareció la defensa de
Dallas, el arma que parece ser más débil en esta franquicia, y comenzó a
acosar severamente a la línea ofensiva de Minnesota. Bradford fue
golpeado hasta 8 veces, siendo capturado en 3 ocasiones y dificultando
la progresión del ataque vikingo.
Era
el turno de los Cowboys que se pondrían a trabajar en la remontada.
Reapareció Dez Bryant (finalizó con 84 yardas en solo 4 capturas) con
una recepción anotadora de 8 yardas después de que Adam Thielen
perdiera el balón al intentar retornar un despeje. Y, acto seguido,
Elliott penetró la defensa rival con una carrera de hasta 30 yardas,
para que Dan Bailey sumara tres más (17-9).
Finalmente, los Vikings iban a llamar a
la puerta por última vez para intentar saldarse con el triunfo. Sam
Bradford distribuyó 65 yardas en el drive definitivo, que llegó a la endzone de Dallas por medio de Jerick McKinnon
a 25 segundos de que terminase el partido. Aunque faltaba una
conversión de dos puntos para completar la gesta y enviar el encuentro a
la prórroga. Lo difícil ya estaba hecho, pero el balón lo lanzó a las
nubes y Kyle Rudolph no tuvo ninguna posibilidad de atraparlo con dos defensores por delante.
(Imagen destacada: houstonchronicle.com)
Víctor Calle
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