Un año más, y como ya estamos acostumbrados desde 2009, los New England Patriots se erigen para dominar la división Este de la conferencia AFC de la NFL. En la temporada pasada de esta división salieron dos clasificados a Playoffs, mostrándose los Miami Dolphins como los únicos que pueden dar quebraderos de cabeza a los de Bill Belichik en el Este, pues tanto Buffalo Bills como New York Jets son franquicias que permanecen en el proceso de reconstrucción.
BUFFALO BILLS
Los Buffalo Bills fueron un equipo muy guerrero en la season 2016, vendiendo cara sus derrotas y siendo el mejor en el juego terrestre con 2630 yardas, 5’3 por carrera y 29 touchdowns. Pero la defensa sigue flojeando y para colmo no parecen haberse reformado con garantías.
Sean McDermott asumirá los galones de Rex Ryan y seguirá explotando las carreras al haberse traído a Rick Dennison para dirigir la ofensiva. Otra temporada más deberán confiar en Tyrod Taylor como quarterback
titular, un jugador que apenas lleva unas 3000 yardas en dos años y que
lo mejor que sabe hacer es correr. Y, para más Inri, esta temporada no
podrán contar con su principal receptor, Sammy Watkins marchado a los Rams.
Jordan Matthews, Rod Streater, Corey Brown y Andre Holmes
han sido las incorporaciones para reformar un cuerpo de receptores que
no parece demasiado peligroso para las defensas contrarias, al cual se
unirá el rookie prometedor Zay Jones de segunda ronda.
LeSean McCoy volverá a ser la principal arma ofensiva, y más vale que no se lesione, pues en la recámara ya no contarán más con Mike Gillislee, incorporado a los Patriots, y tan solo se encontrará el desconocido de segundo año Jonathan Williams como sustituto en el backfield. Para mantener esta opción en ataque han fichado a los fullbacks Patrick DiMarco y Mike Tolbert.
Mientras tanto, la línea ofensiva se mantiene fuerte con Cordy Glenn (LT), Richie Incognito (LG), Eric Wood (C), John Miller y el rookie Dion Dawkins (RT), quienes intentarán seguir abriendo espacios para que Taylor pueda continuar escapándose como mejor sabe del pocket ante sus dudas en el juego aéreo.
En defensa, este año dirigida por Leslie Frazier, las bajas parecen hundir aún más a un equipo de por sí con poco nivel. Stephon Gilmore será nuevo cornerback en el equipo campeón, el también CB Ronald Darby ahora pertenece a los Eagles, Zach Brown marchó al grupo de linebackers de los Redskins y Aaron Williams, SS cortado por su lesión. Sin duda hombres de buen calibre que dejan a unos Bills huérfanos de estrellas en defensa.
Reggie Ragland al fin podrá estrenarse en la NFL tras perderse la temporada 2016 y tratará de demostrar su valía junto al gran linebacker Lorenzo Alexander (12’5 sacks el año pasado con 33 años) junto a Gerald Hodges, proveniente de los 49ers. Les acompañará un front-seven que no ha perdido galones: Marcell Dareus, el segundo año Adolphus Washington, Kyle Williams, Shaq Lawson que tendrá que resarcirse de sus lesiones y Jerry Hughes, quien vuelve a la línea defensiva ya que recuperarán el 4-3 en el campo.
Sin embargo, el problema persistirá en la línea secundaria por las bajas. Ficharon a E.J. Gaines de los Rams y a Leonard Johnson de los Panthers para ser los nuevos cornerbacks de Buffalo, y eligieron a Tre’Davious White en primera ronda. Mientras, Jordan Poyer (FS) y Micah Hyde (SS) rellenarán las posiciones de safety.
Para terminar, incorporaron al bueno de Steven Hauschka para suplir a Dan Carpenter en la posición de kicker.
MIAMI DOLPHINS
Los Miami Dolphins volvieron a la postseason el año pasado tras 8 temporadas estancadas en la regular season, pero se toparon en la wild card AFC con los Pittsburgh Steelers y sin Ryan Tannehill, y sucumbieron por un claro 12-30. El joven prometedor quarterback no quiso operarse de su lesión en los ligamentos en la rodilla y se perdió el partido de playoffs, y ahora la temporada 2017 completa, pues en un training camp la rodilla le dio un nuevo susto y le ha obligado a pasar por quirófano.
Así, los de Florida se vieron forzados a buscar un quarterback, y decidieron generar polémica e incertidumbre fichando por 10 millones al retirado Jay Cutler: volverá a ser dirigido por Adam Gase (coordinó el ataque de los Chicago Bears
en 2015) y por su conflictiva forma de ser pasiva, las expectativas que
estaban sobre esta franquicia en la temporada que se avecina han
disminuido. Matt Moore permanecerá en el banquillo un año más.
El veterano quarterback contará con el renovado Kenny Stills, Jarvis Landry y DeVante Parker, un grupo de receptores que prometen seguir protagonizando las acciones ofensivas de los Dolphins. Para sustituir al retirado Jordan Cameron, Anthony Fasano y Julius Thomas llegan para ser dos tight ends de Miami para muchas recepciones.
En el backfield, Jay Ajayi pretenderá asentarse como uno de los mejores running backs
si sigue promediando más de 200 yardas por partido. Y eso fue gracias
principalmente a que la línea ofensiva lo permitiera, la cual este año
no contará con Branden Albert que jugará para los Jaguars y dejando solo en los tackles a Laremy Tunsil y a Ja’Wuan James. La posición de center seguirá siendo del irregular Mike Pouncey, mientras que los guards serán Steen y Bushrod.
Pasemos al equipo defensivo que el año pasado hacia aguas por todos lados ante las acciones de carrera rivales. Sin Jelani Jenkins (cortado) pero con Kiko Alonso renovado, Lawrence Timmons fichado de Pittsburgh, y las selecciones de Charles Harris en primera ronda y Rawkwon McMillan en segunda, destacable por su defensa terrestre, será el grupo de linebackers que acompañarán a la estrella de este equipo, el defensive end Cameron Wake. En esta línea, continuará Wake junto a Suh y el fichado procedente de los Rams Williams Hayes.
Aparentemente Miami contará con un reformado front-seven
que puede sentirse muy seguro en esta temporada. Sin embargo, la línea
secundaria también tiene sus puntos débiles, especialmente en el safety. Byron Maxwell será el experimentado en los cornerbacks, donde estarán el rookie Tankersley y el de segundo año Xavien Howard. Únicamente el FS Reshad Jones da tranquilidad en la defensa profunda, pues estará solo con el irregular Nate Allen y a partir del octavo partido (suspendido por consumo de sustancias), con T.J. McDonald.
NEW ENGLAND PATRIOTS
Aspirar a lo más alto una temporada más
es el objetivo y lo que firman muchos expertos que sucederá: los
Patriots luchando de nuevo en la Super Bowl y revalidar así el título que consiguieron hace menos de un año con una apoteósica remontada ante los Atlanta Falcons. Con un Tom Brady a sus 40 años incansable y ya sin sanciones, un balanceo entre el juego de carrera y aéreo como ningún otro equipo (19 touchdowns
por tierra y 32 de pase en la pasada temporada) y un equipo defensivo
que en su conjunto funciona a la perfección (solo recibieron 27
anotaciones ofensivas en 2017), la franquicia de Boston se erige un año
más como favorita.
Nada que decir del mejor quarterback de la historia (28:2 TD:INT ratio)
del que esperamos que su edad no empiece a pasarle factura, algo que
puede suceder en cualquier momento. Pero si por algún casual eso sucede
esta season, Jimmy Garoppolo, ya piropeado por algunas franquicias, podría dar el salto y sin extrañarnos haciendo un buen papel. Junto a Jacoby Brissett sacaron adelante los cuatro partidos de sanción de Brady del año pasado con tres victorias, y es que Belichik es capaz de conseguir casi cualquier cosa con cualquier jugador.
Aprovechamos para hablar de Brissett que ha sido la reciente baja de los Patriots: se marcha a los Colts para asegurarse el primer partido que Andrew Luck está en duda por su cirujía de hombro, y reciben a otro receptor, Phillip Dorsett. Junto al también fichado Brandin Cooks, y los ya conocidos por los de New England como son Chris Hogan, Danny Amendola y Malcolm Mitchell, harán que la ausencia de su estrella Julian Edelman
para toda la campaña sea más llevadera, por lesión en el ligamento
cruzado anterior de la rodilla derecha. Eso sin contar al grupo de tight ends encabezados por el mejor de toda la liga, Rob Gronkowski. Además, ante la marcha de Bennett, se movieron para que lo supliera muy bien otro experimentado como lo es Dwayne Allen.
Y es que los fichajes de los Patriots se han portado, y otro claro ejemplo ha sido las llegadas de los running backs Rex Burkhead y Mike Gillislee (5’7 yardas por carrera en las dos temporadas con los Bills), para intentar relevar al autor de hasta 18 touchdowns el año pasado, LeGarrette Blount (Eagles). Además, no nos olvidemos de los polifacéticos corredores y receptores Dion Lewis y James White.
El aspecto quizás más “blando” de los Patriots es la línea ofensiva renacida gracias a Dante Scarnecchia, y se posicionaron como la cuarta mejor OL de la NFL permitiendo solo 23 sacks: Nate Solder (LT), Joe Thuney (LG), David Andrews (C), Shaq Mason (RG) y Marcus Cannon (RT). Se verá reforzada por los tackles novatos Antonio García y Conor McDermott.
Viajemos ahora al equipo defensivo. Sebastian Vollmer y Rob Ninkovich se han retirado con dos anillos cada uno y Chris Long decidió irse a Philadelphia, lo que ha obligado a los de Foxborough a moverse para completar la defensa: como pass rusher trajeron de los Panthers a Kony Ealy, y gastaron sus rondas de draft en dos defensive ends como Derek Rivers (baja toda la season) y Deatrich Wise. El sorprendente Trey Flowers que se ganó la titularidad el año pasado (7 sacks) estará sumado junto a los tackles Alan Branch y Malcolm Brown.
Como linebackers, con Dont’a Hightower de nuevo al mando de la batuta del front-seven, se trajeron de los Jets al experimentado David Harris, y estarán subidos al barco jugadores también modestos como Elandon Roberts, Shea McClellin, Jonathan Freeny y Kyle Van Noy, aunque en su conjunto puede ser un grupo infranqueable y otorgando a los campeones bastante profundidad.
En el cuerpo de las secundarias, se despidieron de Logan Ryan (Titans) que estaba teniendo una tremenda progresión, y para ello se trajeron a un cornerback de alto nivel como es Stephon Gilmore. Con Malcolm Butler como pareja y Eric Rowe en la retaguardia, los Patriots no se tendrán que preocupar de esta línea y más teniendo a Devin McCourty y Patrick Chung como uno de los dúos de safeties más fiables de la competición.
Sin Cyrus Jones
(ruptura también del ligamento central de la rodilla en pretemporada)
que se posicionaba quizás como sustituto de Edelman para los retornos y
equipos especiales, la tarea pasará al safety Duron Harmon o Nate Ebner, o por supuesto a Amendola y Hogan. Stephen Gostkowski permanecerá como el kicker estelar.
NEW YORK JETS
Año de construcción. Son las únicas
palabras que resuenan con fuerza en esta franquicia de New York de la
que han huido las principales estrellas de cada posición que disponían
en la pasada temporada el head coach Todd Bowles.
El ataque se ha quedado prácticamente vacío mientras que una defensa
muy joven es lo único que parece tener futuro a corto plazo. Incluso
también se ha marchado el kicker Nick Folk, y ahora los field goals serán responsabilidad de Catanzaro.
Comenzamos con el declive de Ryan Fitzpatrick que de una ilusionante season
hace dos años pasó a una nefasta dirección de juego ofensivo que
acumuló hasta 34 pérdidas de balón. Él ya no será problema para los Jets
y tampoco Geno Smith, pues ambos han salido, uno hacia el banquillo de Tampa Bay y el otro al de los Giants.
En un año que parece totalmente de transición para hacerse de un quarterback con proyección en el draft, el trotamundos Josh McCown
(7 equipos en 14 temporadas) tendrá el puesto titular que deberá
ganárselo ya que puede surgir el futuro en el jugador de segunda ronda
del 2016 Christian Hackenberg, pero que aún no ha
pisado campo de NFL. Y, para colmo, no estará la pareja principal de
receptores quienes eran los únicos que desahogaban el pobre juego aéreo,
Brandon Marshall (Giants) y el despedido Eric Decker (Titans). Tampoco podrá estar Quincy Enunwa, enviado a la IR toda la temporada por lesión en el cuello.
La responsabilidad de recibir los lanzamientos de McCown o Hackenberg recaerá en rookies: ArDarius Stewart de tercera ronda, Chad Hansen de cuarta y el tight end Jordan Leggett de quinta ronda. El rol de WR1 iba a ser asumido por Robby Anderson en su segundo año en la NFL, pero el sorprendente fichaje de última hora de Jermaine Kearse de los Seahawks será la única confianza de este grupo.
El juego de carrera tendrá que ser nuevamente el consuelo de los Jets, pero la pareja veterana Matt Forte y Bilal Powell no dispondrá de una Offensive Line que les respalde, sumado al corte del center Nick Mangold, antiguo líder de la línea: los guards Brian Winters y James Carpenter y el LT Kelvin Beachum fichado de Jacksonville son lo más destacado.
La línea defensiva es la única unidad del equipo que puede marcar diferencias. El nose tackle Leonard Williams en su tercer año es la clara cabeza de un tremendo front-seven en el que también se encuentran Muhammad Wilkerson y Darron Lee. Pero han perdido a uno de los mejores interiores como es Sheldon Richardson, en el movimiento que ha traído a Kearse, y al linebacker David Harris, otra importante baja del equipo.
En la secundaria tendrán otra y quizás la más seria ausencia de esta temporada: Darrelle Revis. Morris Claiborne procedente de los Cowboys y Marcus Williams serán los nuevos cornerbacks, mientras que de la defensa en profundidad se harán cargo dos rookies sobre los que hay muchas esperanzas, Jamal Adams y Marcus Maye.
(Foto destacada: http://www.steelcityunderground.com)
Víctor Calle
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