
Antes de todo ese dramático final para Rigondeaux, 'El Chacal' salió con su habitual estilo en los primeros rounds. Lomachenko encontró la fórmula para poco a poco dominar al cubano y ganar el centro del ring.
No hubo golpes de autoridad, pero sí se notó una depurada técnica de dos grandiosos estilistas. Aunque Rigondeaux estuvo muy por debajo de su nivel habitual, dio chispazos de su técnica. Al final Lomachenko fue el gran vencedor y justo, pues a partir del tercer asalto encontró el mapa para leer las intenciones de Rigondeaux y su victoria solo era cuestión de tiempo. FUENTE