El extremo fue la bofetada que le propinó Chisora a Klitschko durante el pesaje -lo que le significó una multa de 50.000 dólares- y antes de ella había habido todo tipo de declaraciones contra el ucraniano como, por ejemplo, la aseveración de que no había que tenerle miedo a un hombre viejo.
Chisora siguió la guerra de nervios demorando su salida del vestuario, lo que impacientó al público, mientras Klitscko, durante la presentación del combate, recordó que el rival lo había ofendido que anunció que había llegado la hora del ajuste de cuentas.
El libreto de la pelea quedó definido casi desde el comienzo, con un Chisora agresivo que se lanzaba literalmente sobre Klitschko con ataques rápidos pero imprecisos y un Klitscko esperando y trabajando al rival con el jab de izquierda. FUENTE