Esta noche vuelve la NBA.
Lo hace con el segundo partido de las Finales, entre Golden State
Warriors y Cleveland Cavaliers, en el Oracle Arena nuevamente. El
primero se quedó en casa, y en este segundo, los de Tyronn Lue buscarán
repetir la hazaña del año pasado y que les dieron posibilidades reales
de ser campeones: robaron el factor cancha antes de viajar a Cleveland
para el doble partido en el Quicken Loans Arena.
Según
las estadísticas de la ESPN, el 2-0 para Warriors significa un 91% de
probabilidades para conseguir el anillo. Que la final viajase empatada
hacia Ohio supondría un 35% de opciones de ser campeones, y esto recaerá
en la responsabilidad del equipo en su totalidad, de si LeBron James
juega a un nivel más alto y es bien acompañado de Irving y Kevin Love,
pero más que nada, que tengan relevo en sus jugadores secundarios. Los
suplentes de Golden State ya dieron la cara en el primer juego, pero los
Cavaliers dieron una vista muy defectuosa de su banquillo.
Además,
una victoria de los Warriors supone un nuevo récord: alcanzarían los 87
triunfos en una temporada NBA, que es el récord actual bajo los Chicago
Bulls de 1995-1996. Sin embargo, el porcentaje de triunfos del equipo
de Jordan seguirá quedándose en Illinois: solo perdieron 13 partidos, y
los Warriors han sumado 9 derrotas en la temporada más 5 en Playoffs
(14).
Como
anécdota, todo esto “no influirá” en Anderson Varejao, jugador de los
Warriors desde principios de este año que ha estado toda su vida NBA en
Cleveland. Es el primer jugador que ha estado en los dos equipos
finalistas de la temporada, por lo que si gana con Steve Kerr tendrá el
anillo deseado, y si pierde, se oyen fuerte rumores de que Cleveland
permitiese otorgar un anillo a su jugador brasileño favorito.