La
NBA ha decidido despojar a la ciudad de Charlotte de albergar el
próximo All-Star NBA que se celebrará en 2017, y posponerlo para 2019 si
fuera posible. La razón ha sido su ley polémica aprobada en Carolina
del Norte, en la que se discriminan a gays, lesbianas bisexuales y
transexuales. Dinero que se esfuma en Charlotte, pues un All Star genera
millones y millones de dólares en ganancias (el All Star 2014 superó
los 100 millones.
El comunicado oficial de la liga ha sido el siguiente:
"Nuestro fin de semana de las Estrellas pretende ser una celebración mundial de baloncesto, de nuestra Liga, y de los valores que defendemos (...). Y aunque reconocemos que la NBA no puede elegir la ley en cada ciudad, estado y país en el que hace negocios, no creemos que podamos acoger con éxito nuestra festividad del All Star en Charlotte por el clima creado por el HB2".