Tras
diez kilómetros de nado en el mar, fueron hasta trece nadadores los que
llegaron a la meta disputándose las medallas en un apretadísimo sprint final no
apto para cardiacos, donde la foto-finish determinó que el primer puesto y la
medalla de oro correspondía al holandés Ferry
Weertman por delante del griego Spiros
Gianniotis con el mismo tiempo total. La medalla de bronce se la adjudicó
el francés Marc-Antoine Oliver a 2,2
segundos del oro, superando también con foto-finish al chino Lijun Zu y al británico Jack Burnell, los tres con el mismo
tiempo, aunque Burnell fue
posteriormente descalificado.
El
recorrido fue igual que en el día anterior, con cuatro vueltas a un circuito
rectangular de aproximadamente 2,5 kms frente al Fuerte de Copacabana, aunque
las condiciones de oleaje fueron mejores que en la prueba femenina. También se
tuvo que realizar la salida desde una línea imaginaria en el mar.
Al
contrario de como empezó la prueba femenina con el pelotón agrupado y tranquilo,
los hombres salieron con un ritmo vertiginoso comandados por el australiano Jarrod Poort, que rápidamente comenzó a
tomar ventaja con el grupo, hasta el punto de llevar 11 segundos de ventaja
cuando apenas se había disputado cinco minutos de carrera.
Por
detrás de Poort era el vigente
campeón olímpico, Oussama Mellouli,
quien tiraba de un grupo estirado por el alto ritmo impuesto por el tunecino.
Tras él se colocaban el francés sexto en el mundial de Kazan Marc-Antoine Olivier, el venezolano Erwin Maldonado y el ruso Evgenii Drattcev, quinto clasificado en
Pekín 2008.
La
ventaja del australiano iba en aumento, y eran 53 los segundos que sacaba al
grupo cuando iban veinte minutos de prueba. Como curiosidad, al cuarto de hora Poort perdió su gorro, algo que también
le sucedió a otros nadadores, como por ejemplo al que posteriormente se acabó
llevando el oro.
Al
paso por la primera vuelta, Jarrod Poort
contaba con una ventaja de 57 segundos sobre el pelotón comandado por Mellouli y el húngaro Mark Papp. Los favoritos se mantenía en
las posiciones traseras del grupo, con el canadiense Richard Weinberger, medallista de bronce en Londres 2012, en el
puesto 14, el subcampeón mundial de Kazan Ferry
Weertman el 20, el estadounidenses campeón mundial en Kazan Jordan Wilimovsky el 21 o el griego
campeón mundial en Barcelona y cuarto en Londres Spiros Gianniotis el 23.
La
segunda vuelta se desarrolló de la misma manera, con Poort en cabeza ampliando ligeramente la ventaja, que llegó a ser
de 1:16 en el mismo paso por la segunda vuelta, mientras que por detrás el
grupo se mantenía igual, aunque con algún cambio en los nadadores que lo
comandaban.
Fue
tras el paso de la segunda vuelta cuando el grupo comenzó a reaccionar de la
mano del francés Oliver, recortando
poco a poco la ventaja con la que contaba Poort.
En esta parte de la carrera se produjo la descalificación del kazajo Vitaliy Khudyakov.
Al
paso por la tercera vuelta la ventaja de Jarrod
Poort se había visto reducida hasta los 40 segundos con respecto al grupo
liderado nuevamente por Mellouli.
Tras el tunecino marchaba el británico Jack
Burnell y un Jordan Wilimovsky
que había remontado muchas posiciones.
El
cansancio estaba haciendo mella en el australiano, al mismo tiempo que los
nadadores del grupo se lanzaban tras él como tiburones que han olido sangre,
formando hasta cuatro filas diferentes a la caza de Poort, el cual era neutralizado cuando había transcurrido una hora
y treinta y nueve minutos de carrera, quedando escasamente unos 1400 metros para el
final. El primero en superarlo fue Weertman,
que había pasado decimosexto por la tercera vuelta y que en una gran remontada
se colocaba en cabeza de carrera.
Tras
Weertman saltaron un grupo de tres
formado por Mellouli, Wilimovsky y Burnell, y un poco después era Gianniotis
quien se unía a estos para formar el quinteto de cabeza, con el resto del grupo
bastante próximos.
Ya
con la meta a la vista se formaba en cabeza una línea de cinco, ampliada a
seis, y luego a siete…, con una segunda línea exactamente igual. Ninguno cedía,
ninguno quería dejarse adelantar, y el sprint fue sencillamente espectacular…
En
la recta final se escapó Spiros
Gianniotis, siendo alcanzado en los últimos metros por Ferry Weertman, tocando ambos en la misma décima, pero siendo el
oro para Weertman con un tiempo
final de 1:52:59:8, consiguiendo de esta manera el doblete para holanda tras la
victoria de Sharon Van Rouwendaal en
la prueba femenina.
La
lucha por el bronce fue entre tres, llevándose el gato al agua Marc-Antoine Oliver, superando a Lijun Zu y a Jack Burnell, que tocaron en la misma décima que el francés. Burnell fue descalificado tras acabar
la prueba, calificando la actuación de los jueces como “de broma”. Tras esta circunstancia, la quinta plaza fue ocupada por
Jordan Wilimovsky a 3,4 segundos del
oro, la sexta correspondió al italiano Simone
Ruffini (a 3,7 seg.), la séptima a su compatriota Federico Vanelli (a 4,1 seg) y la octava y último diploma olímpico
para el japonés Yasunari Hirai (a
4,8 segundos del oro).
En
el sprint final Oussama Mellouli
perdía su condición de campeón olímpico, finalizando la prueba en duodécima
posición a 6,3 segundos de Weertman,
lo que da muestra del apretadísimo desenlace que tuvo esta competición. Finalmente,
tras haber comandado la prueba durante tres cuartas partes de la misma, Jarrod Poort acabó en vigesimoprimera
posición, antepenúltimo, a 40,9 segundos del oro.
Ignacio Ortiz
@00CAFETERO