
Esta vez el austríaco, 23 años y noveno del ranking, se ha agarrado a la cancha hasta el último suspiro, cuando ya no quedaba una gota de energía en sus piernas. Como ejemplo, los diez minutos del ‘game’ definitivo, con Rafa levantando cuatro pelotas de rotura, de 5-5, para acabar definiendo a su cuarto punto de campeonato, pues ya habían volado un par con 5-3, al resto. Más información