
El joven de 20 años salió al Uniprix Stadium sin complejos, ante su segunda final de Masters y con la tarea casi imposible de derrotar a un Federer inmaculado durante todo el torneo. Y el partido no tuvo emoción en ningún momento, Zverev enseñó sus cartas desde el primer juego: gran saque, poderoso drive y, en cuanto podía, subida a la red.

En la segunda poco cambió. Zverev, hambriento, volvió a romper el servicio del suizo y le bastó con defender su saque para ganar el partido y, por consiguiente, el torneo. Su segundo Masters tras Roma, donde se deshizo de Djokovic. Otro título en 2017, y ya van cinco, los mismos que atesora Federer. FUENTE