
Osaka, de 20 años, pasó por encima de su rival por 6-2, 6-4 en apenas 1 hora y 20 minutos en un encuentro en el que la pequeña de las Williams recibió una amonestación en el segundo juego del segundo set por presuntamente recibir órdenes de su entrenador y fue penalizada con un juego tras el séptimo al llamar "ladrón" al árbitro portugués Carlos Ramos.
Así, el referee decidió sancionarla con la pérdida de un juego, pasando de ceder 3-4 la segunda manga a 3-5 en un abrir y cerrar de ojos. Entonces, la estadounidense exigió la intervención de un supervisor arbitral, deteniendo el encuentro varios minutos. Tras la reanudación, Williams ganó su saque pero Osaka no le dio opciones y acabó venciendo en una final en la que fue superior desde el principio.
La japonesa levantó el primer título de Grand Slam para una tenista de su país. Hizo historia en la Arthur Ashe de Nueva York ante una leyenda del deporte, que buscaba igualar a la australiana Margaret Court como la tenista más condecorada de todos los tiempos con 24 Grand Slams.
Osaka dominó con su saque, controló con su resto y firmó varias derechas solo al alcance de la familia Williams. Le quebró el saque en el tercero (2-1) y también en el quinto (4-1) y, tras poco más de media hora, ya había logrado la primera manga. La segunda, en cambio, estuvo marcada por la polémica. FUENTE