
El judoka español llegaba a los Emiratos Árabes Unidos siendo número 1 y con una distancia muy considerable con respecto al segundo (7255 puntos por los 5510 del húngaro Krisztian Toth) y se va de allí con una distancia aún mayor.
El rival en la final fue el coreano Donghan Gwak, bronce en Río 2016. El combate se alargó hasta la técnica de oro y acabó cayendo del lado de Niko tras una acción en la que realizó un cambio de dirección cuando parecía que iba a tirar el uchi mata hacia delante y victoria para el español. En semifinales, salvó también una dura prueba ante el serbio Majdov, quien consiguió sacarle dos sanciones al español pero supo sobreponerse, aguantar una presión tremenda y sacarse de la manga un movimiento que terminó dándole el pase a la final. FUENTE