
Así, Barty, de 23 años, culminó una temporada soñada, en la que obtuvo cuatro títulos, entre ellos, Roland Garros. Además, se convirtió en la segunda australiana en capturar la corona de las Finales de la WTA después de la campeona de 1974 y 1976, Evonne Goolagong Cawley.
Con un juego técnico y estrategias inteligentes, la jugadora diestra nacida en Ipswich rompe el molde del tenis moderno, basado en los golpes planos y potentes, y en la resistencia física. FUENTE