Se acerca el Draft de la NFL y, tras la combine, ya estamos de lleno entre los movimientos con los que las franquicias buscarán poner a punto sus equipos para la próxima temporada. Por ello, vamos a informaros desde ASH sobre los mejores jugadores por posición que podrán salir en la lotería del Draft. Recordamos que tendrá lugar el 23-25 de abril en Las Vegas. Y continuamos con los jugadores que se desempeñan como running backs (RB):
D'Andre Swift - Georgia
Los Bulldogs disfrutaron en las últimas temporadas de un fuera de serie en el backfield como Swift. Superó las mil yardas en sus dos últimos cursos y en su carrera a promediado 6'56 yardas por intento. En 2019, el promedio fue de 6'2 y se fue hasta las 1216 yardas y 7 touchdowns, con además 24 recepciones para 216 yardas y otra anotación más, y solo se le han caído tres balones en su carrera universitaria.
Velocidad, visión, gran habilidad para cortar y con manos muy fiables, apunta a ser un titular de terceros downs con potencial de llegar a la Pro Bowl rápido. Incluso destacó en la combine por su rapidez y sus buenas habilidades que lo llevan a ser uno de los running backs más versátiles.
Este corredor que se mueve con el centro de gravedad muy bajo, ha recibido comparaciones con LeSean McCoy, pues también está dispuesto a proteger en las jugadas de pase.
Jonathan Taylor - Wisconsin
Taylor tiene tamaño, velocidad y agilidad combinado con mucha fuerza, visión y capacidad de recortes, lo que le hace un running back muy completo capaz de vislumbrar ya en la NFL. En 2019 promedió 6'3 yardas y completó hasta 2003 yardas y 21 touchdowns, con 26 recepciones aéreas incluidas para 252 yardas y otras 5 anotaciones. Imparable.
Se convirtió en el primer corredor de la historia del football universitario que alcanza las 6000 yardas de carrera tras tres temporadas. Aunque no ha solido jugar para defender drives de pases, tiene la suficiente fuerza como para romper numerosos placajes y ganar aún más yardas. Este running back sumó 3.921 yardas en su carrera después de contactar con algún defensa.
J.K. Dobbins - Ohio State
El equilibrio entre fuerza y agilidad a veces es muy complicado, pero Dobbins parece tenerlo todo. Visión de juego, paciencia al recibir el handoff y buscar los bloqueos favorables a su carrera, y mucho poder y decisión mientras avanza por el campo. También es un buen receptor, ya que en la última temporada efectuó 23 capturas, 247 yardas y 2 touchdowns.
Durante tres cursos se ha ido más allá de las mil yardas, y en 2019 promedió 6'7 por acarreo, con un total de 2003 yardas y 21 llegadas a la endzone. En dicha temporada, más de la mitad de las yardas las consiguió después del contacto (1.207), rompiendo en total 73 placajes, más que en sus dos años anteriores juntos (69). Además, convirtió hasta 78 jugadas en primeros downs en su carrera.
Clyde Edwards-Helaire - LSU
El running back de los Tigers fue un arma de doble filo en Louisiana. Corre, recibe y realizó mucho trabajo sucio en el peligroso ataque que dirigió Joe Burrow durante la temporada 2019. Hábil cortando, con visión y un cuerpo delgado que le hace poseer gran agilidad lateral para eludir los placajes de los rivales.
También destacó como receptor, incluyendo hasta 55 recepciones para 453 yardas y una anotación, ejecutando buenas rutas desde el backfield. Como corredor, tuvo una media de 6'6 yardas por intento y un total de 1.414 yardas con 16 touchdowns.
Su potencia además le llevó a romper en total 70 tackles y ganando 782 yardas después de contacto. Tuvo 214 acarreos en total durante 2019 y solo soltó un balón. Además, efectuó 25 recepciones para primeros downs, la mayor cantidad de la competición en dicha temporada.
Cam Akers - Florida State
Warrick Dunn, Dalvin Cook y Akers son los únicos Seminoles que han conseguido dos años seguidos más de mil yardas. En 2019 logró 1.144 yardas, con un promedio de 5 yardas por jugada de carrera (3'9 en toda su carrera), y 14 touchdowns, a pesar de la floja línea ofensiva que presencian en Florida State.
Dio de qué hablar en la combine, resaltando sus cualidades físicas. Destaca en velocidad, tiene mucha paciencia para que se generen los huecos y visión de los espacios generados, siendo además muy escurridizo para los defensores a la hora de placarlo.
También se desempeña como receptor. En 2019 cogió 30 balones y dio 225 yardas y otras 4 anotaciones.
Eno Benjamin - Arizona State
Running back muy eléctrico que es muy hábil recortando, tiene mucha agresividad y una vez recibe el primer contacto cuenta con una gran explosividad. Su mejor característica es que pelea cada pulgada, pues es muy correoso de placar y absorbe muy bien los golpes para poder continuar con su carrera, manteniendo con creces el equilibrio mientras intentan derribarlo.
En la temporada 2019 promedió 4'3 yardas, con un total de 1.083 yardas y 10 touchdowns, estadísticas inferiores al curso 2018. También hay que recalcar su actuación como receptor, con 33 recepciones, 347 yardas y 2 anotaciones.
Como contrapartida, su status en la NFL y su elección puede menguar ya que se le cae con facilidad el balón, pues en 2019 perdió la bola 6 veces y cuatro de ellas fueron fumbles recuperados por la defensa rival. Tampoco tiene una gran visión lo que le hace dudar antes de rebasar la linea de scrimmage, dándole un tiempo extra a la defensa para darle alcance e incluso hacerle perder yardas.
Al margen de estas seis estrellas, hay muchos running backs más que podéis tener en la cabeza y que pueden salir en el Draft. Entre ellos, podemos nombrar al talento de Zack Moss (Utah), al poderoso A.J. Dillon (Boston College), Lamical Perine (Florida), Ke'Shawn Vaughn (Vanderbilt), Anthony McFarland (Maryland), Joshua Kelly (UCLA), Darrynton Evans (Appalachian State), Malcolm Perry (Navy), James Robinson (Illinois State) o DeeJay Dallas (Miami (FL)).