Los Kansas City Chiefs tendrán la oportunidad de defender título de la NFL en la Super Bowl que acogerán, literalmente, los Tampa Bay Buccaneers en su estadio, algo histórico. Los de Andy Reid apenas dieron oportunidad a los Buffalo Bills a quienes superaron por un marcador final de 24-38.
La dupla entre Tyreek Hill (172 yardas en 9 recepciones) y Travis Kelce (118 yardas con dos anotaciones) resultó letal para la defensa de los Bills, que no dio respuesta alguna en prácticamente seis drives consecutivos donde concedieron un parcial de puntos de 38-6 que nos dejó sin emoción en el partido durante gran parte del último cuarto.
A pesar de la conmoción que sufrió en el duelo con los Cleveland Browns, y de estar lesionado en un dedo del pie que le hacía cojear, Patrick Mahomes estuvo una vez más impoluto, con 325 yardas completando el 76% de sus lanzamientos, 29/38, y 3 pases de touchdown. En su tercera temporada como titular, ha jugado su tercera Final por la AFC y llevará a la franquicia de Missouri a su segunda Super Bowl consecutiva.
Además, los Chiefs desplegaron una defensa excepcional. Cada dos por tres ahogaban el pocket de Josh Allen (dos sacks tuvo Frank Clark), quien encima de verse forzado a lanzar en muchas ocasiones, apenas tenía receptores liberados para desequilibrar sus ataques. La secundaria liderada por Tyrann Mathieu ofreció unas coberturas casi perfectas, que dejó a Cole Beasley en un máximo de 88 yardas, mientras que Stefon Diggs apenas pudo tener protagonismo como nos ha habituado durante la temporada.
Los Bills dejan en blanco a los Chiefs en el primer cuarto
Sin embargo, fueron los Bills los que comenzaron mejor, con un field goal de 50 yardas, un tres y fuera y, en un despeje de balón, Mecole Hardman no lo recibió como debería y Taiwan Jones llegó al retornador para recuperar el ovoide a orillas de la endzone. Allí, Josh Allen (287 yardas en 28/48, más 88 yardas de carrera) conectó con Dawson Knox para poner el 9-0.
Con Travis Kelce de referente, los Chiefs lograron su primer drive positivo y anotaron ya comenzado el segundo cuarto por medio de Hardman, que se resarcía del fumble perdido. La defensa de Kansas City permitió que Mahomes y los suyos volvieran a galopar, con touchdown de Darrel Williams (9-14), tras únicamente cinco jugadas que avanzaron 82 yardas, un drive propulsado con un around de Hardman que se escapó por 50 yardas.
Josh Allen estaba muy ineficiente y en la primera parte solo pudo completar doce de sus 23 envíos para 104 yardas. Y como contrapartida, la magia de Mahomes estaba ahí a pesar de sus molestias, y en estos dos cuartos, en los mismos intentos que Allen completó 17, para 173 yardas. El RB rookie Clyde Edwards-Helaire estiró el marcador al 9-21. Aunque antes del descanso los Bills pudieron aproximarse a la redzone, pero decidieron conformarse con tres puntos estando en cuarta y gol, llegando al descanso en 12-21.
Con field goals no se gana a los Chiefs
Al inicio de la segunda parte, el conjunto de Sean McDermott contuvo a los Chiefs y solo dejaron un field goal de 45 yardas de Harrison Butker. Y su ofensiva consiguió aterrizar otra vez en zona roja, pero nuevamente el kicker Tyler Bass sería el que pondría los puntos (15-24). Estas oportunidades, de haber acabado en la endzone sin duda habría metido de lleno a los Bills en el partido. Y cuando perdonas tantos puntos con los Chiefs, lo acabas pagando.
La secundaria de Tre'Davious White, Jordan Poyer y compañía, estaba dejando mucho espacio a Tyreek Hill, y este con su velocidad y explosividad hacía el resto. Así lo demostró en un tremenda recepción corta que se fue hasta 70 yardas, dejando el balón en la cinco, donde Mahomes asistiría a Kelce para el 15-31.
Convirtiendo un cuarto down y con una scramble de Allen, Buffalo llegó a la redzone una vez más, pero en esta ocasión para ser interceptados por Rashad Fenton. Lo único negativo en los Chiefs fue la lesión en el Aquiles de su destacado OT Eric Fisher. En ese drive, Kansas tampoco perdonó y se alzaron a través de Kelce al 15-38 con el tercer envío anotador de Mahomes.
A cuatro minutos del final, llegaría un touchdown de Isaiah McKenzie. La conversión de dos fue interceptada por Bashaud Breeland. Además, el Onside Kick fue recuperado por Buffalo, por Tremaine Edmunds. Un largo envío a Diggs de 34 yardas los pondría en redzone, pero un sack de Tanoh Kpassagnon acabó en trifulca y riña por parte de ambos equipos. Unas discusiones que alargaron el final de encuentro donde solamente Tyler Bass pudo anotar su cuarto gol de campo, de 51 yardas para el definitivo 24-31.
