Los Miami Dolphins también son capaces de ganar a los Bills - Historia Deportiva

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HISTORIA DEPORTIVA

26 de septiembre de 2022

Los Miami Dolphins también son capaces de ganar a los Bills

Con un ajustadísimo final, los Miami Dolphins consiguen su tercera victoria de la temporada contra sus rivales divisionales de la AFC Este, los Buffalo Bills. Doblegaron por un 19-21 a los hombres de Sean McDermott, en un duelo al que además llegaban ambos equipos sin perder en este inicio de regular season. Actualmente, Miami es el único equipo invicto en su conferencia.


Las defensas de los dos grupos fueron protagonistas y claves en el partido. Y sería la de los Dolphins la que acabaría llevándose el gato al agua. Aunque Josh Allen estuvo soberbio en el encuentro con la exacta cifra de 400 yardas de pase (42/63) y 47 yardas de carrera, los Bills fallaron en su propósito de anotar en dos ocasiones desde la redzone, que a posteriori sería crucial en este juego tan disputado hasta el final.


Buffalo iba a necesitar de drives duraderos y de muchas jugadas para poder anotar a Miami. Eso sí, en la primera posesión del partido Allen y compañía no tuvieron oposición, ganando primer down tras primer down y rematando la serie con touchdown de Devin Singletary con una recepción rápida a dos yardas de la línea de gol.


Comienzo igualado a pesar del brazo de Josh Allen

Aunque los Dolphins no iban a tener éxito en su drive inaugural, Jevon Holland iba a realizar un sack a Josh Allen que le haría perder el balón. El fumble se lo quedaba Melvin Ingram permitiendo que Tua Tagovailoa (186 yardas en 13/16 completos) saliera al campo a solo siete yardas de la endzone. Y el running back Chase Edmonds sería el encargado de llevar el balón a la zona de anotación.


Seguían las espadas por todo lo alto en esta primera mitad y ambos equipos iban a anotar y corresponderse mutuamente en sus siguientes posesiones. Josh Allen sumaba su segundo pase de touchdown, este para Isaiah McKenzie, quien previamente en el drive había recibido un balón profundo para 27 yardas. Por su parte, Tagovailoa asistiría a River Cracraft en la endzone con un envío anotador de 11 yardas (14-14).


Con eso nos iríamos al descanso, con Allen habiéndose recorrido ya 225 yardas por aire en estos dos primeros cuartos, mientras que Tua no alcanzaba aún las cien yardas. Pero estaban empatados. El único susto antes de marchar a vestuarios sería una falta de Matt Milano que hizo sentar a Tagovailoa lesionado hasta el tercer cuarto y teniendo que jugar Teddy Bridgewater en su lugar algunos snaps.


La defensa de Miami detuvo dos drives en primera y gol

Pasado dicho susto en Miami, los de Mike McDaniel comenzaban atacando pero sin éxito en la segunda parte. Y cogerían la posesión los Bills, con un drive que se alargaría por más de nueve minutos y empleando 20 jugadas para avanzar 87 yardas llegando hasta primera y gol. La secundaria de los Dolphins sobrevivió en la endzone a los pases de Allen y los Bills tendrían que conformarse con un field goal desde la yarda 30 que atinaba Tyler Bass (17-14).


Acto seguido, la defensa de Buffalo también presionaba al pocket donde se encontraba Tagovailoa y manteniendo a raya a la ofensiva rival. Posteriormente, los Bills volvían a atacar y empezaban asestando una gran carrera de Zack Moss de 43 yardas. Y entrando ya en el último cuarto, se volvían a ver obligados a buscar un tiro de campo. Este desde la yarda 38 y que esta vez fallaría Bass.


Eso permitió que los Dolphins dieran respuesta al principio del último cuarto para tomar ventaja en el marcador por primera vez a su favor. Con Tyreek Hill y Jaylen Waddle de principales targets para Tua, Miami avanzaba terreno hasta primera y gol. Waddle, quien acabaría con 102 yardas recibidas, cogería un pase en este drive para 45 yardas. El corredor Edmonds volvería a visitar la endzone con su segundo touchdown y los Dolphins se ponían por delante 17-21.


Final apretado y de infarto

La escuadra ofensiva de Buffalo volvía al ataque, gastando más de ocho minutos. A Allen le costaba encontrar a sus receptores, pero cuando lo hacía era para seguir moviendo las cadenas y ganar primeros downs. Singletary como receptor, McKenzie y Stefon Diggs recibieron al menos siete lanzamientos cada uno y superaron los tres las 70 yardas de recepción. Finalmente, el drive terminaba de la peor forma. Desde la yarda dos, el QB intentaría buscar a Diggs en tercer down y después a McKenzie en cuarto sin lograrlo, dentro ya de los dos últimos minutos de juego.


Eso daba la posesión de vuelta a Miami pero en su propia yarda dos. Una situación de la que no pudieron salir y que finalizó de forma un tanto peculiar. El punter veterano Thomas Morstead, atrincherado en su endzone, pateaba alto pero dando el balón en su compañero Blake Ferguson, lo que hizo que la patada fuera hacia atrás saliéndose por su propio lado del campo. Eso daba un safety a los Bills y la posesión, pasando el marcador a un 19-21 que hacía que si convertían un field goal, los de Buffalo ganaban.


Pero Josh Allen no tenía tiempos muertos. Se apresuró y se movió hasta la yarda 43 rival con buenos pases hacia Gabriel Davis, Jamison CrowderQuintin Morris. Sin embargo, un holding del línea David Quessenberry les hacía retroceder diez yardas. Restaban 18 segundos y Allen conectaba con McKenzie quien corría 12 yardas buscando el field goal range, pero no podría salirse del campo para detener el reloj. Los segundos seguían bajando, y faltaban 8 para el término. El ataque de Buffalo se apresuró para colocarse y que Allen buscase el pase hacia al suelo. Pero no les daría tiempo y Miami sumaba su primer triunfo contra los Bills desde diciembre del 2018.