Después de haber acumulado tres derrotas seguidas frente a Cleveland Browns, Minnesota Vikings y Cincinnati Bengals, los San Francisco 49ers van recuperando su rumbo. Tras ponerse incluso en duda la labor de Brock Purdy, quien tuvo cinco intercepciones entre esos tres partidos perdidos, se reivindicó y rozó la perfección para tumbar por 14-27 a los Tampa Bay Buccaneers (4-6).
Por su parte, la franquicia de Florida continúa su paseo irregular en esta temporada de la NFL. Después de superar a los Tennessee Titans hace una semana, volvieron a la senda de las derrotas y acumulan cinco en las últimos seis encuentros.
Los 49ers venían de dar un repaso a los Jacksonville Jaguars (34-3) y recuperaron sensaciones definitivamente ante los Bucs (7-3 de récord). Entraron al último cuarto con una ventaja más que solvente de 7-27. Y a pesar de los últimos intentos de los de Tampa Bay dirigidos por Baker Mayfield (246 yardas, 29/45), terminaría resultando en balde.
Brock Purdy, partido perfecto
El quarterback Brock Purdy rozó la perfección en este duelo. Acabó con un 158.3 de QB Rating, completando 21 lanzamientos y solo dando cuatro incompletos para 333 yardas, con tres pases de touchdown. Es el primer quarterback de los 49ers desde 1989 (por entonces jugaba unos tal Steve Young y Joe Montana), en hacer un partido perfecto con esta estadística de eficiencia de pases. Y aunque el partido empezó sin mucha emoción, el segundo turno de San Francisco ya llegaría a la endzone. Tras siete minutos de posesión, Purdy acabó pasando al incondicional Christian McCaffrey que correría para anotar. El running back volvió a ser un arma ofensiva importante en el encuentro con 78 yardas terrestres además.
Los Bucs buscaron dar réplica y avanzaron hasta territorio enemigo, pero acabando de las peores formas. Mayfield era alcanzado por Fred Warner y Nick Bosa, y le hicieron soltar el balón que recuperaba Clelin Ferrell. Tras el fumble, el kicker Jake Moody ponía el 0-10 en el marcador con un field goal de 37 yardas.
Entonces llegaría la única respuesta de los Buccaneers. Con buenos catches de Payne Durham y Trey Palmer, además de una buena carrera de 17 yardas de Deven Thompkins hasta la yarda uno, Tampa Bay se garantizaba el 7-10. Mike Evans recibía en la endzone para animar el partido antes del descanso.
Aún iban a tener un último ataque los 49ers. Y arrancando con una extraordinaria jugada de 37 yardas por parte de Brandon Aiyuk, se iban a asegurar una nueva anotación. Tiro de campo para el 7-13. El receptor Aiyuk iba a estar soberbio en este encuentro, almacenando hasta 156 yardas en cinco recepciones. Más colaborativo y trabajador estaría el tight end George Kittle, con ocho balones capturados y 89 yardas. Igualmente, Purdy solo se encomendó en cuatro jugadores. Además de esos dos, más McCaffrey, Deebo Samuel tuvo tres capturas y 63 yardas. Solo buscaría una alternativa más, pero fue pase incompleto, Jauan Jennings.
Los Bucs sin opciones ante la defensa de San Francisco
La defensa de San Francisco siguió dando el callo y tras despejar los Bucs, estos recibirían un nuevo touchdown. Purdy se desataba y conectaba en largo por 76 yardas con Aiyuk, poniendo el 7-20. Estábamos en un tercer cuarto que prácticamente sentenciaba el partido en favor de los de la bahía. Tras otro punt de Jake Camarda, los 49ers agotaron lo que quedaba de tercer periodo avanzando 79 yardas en nueve snaps. Deebo Samuel ganaba 40 yardas en un pase profundo y Kittle fue el encargado de recibir dentro de la endzone (7-27).
El juego terrestre de los Bucs comandado por Rachaad White (30 yardas) fue inoperante. El partido acabó en estadísticas bien parejas, pero Mayfield tendría un promedio de 5'5 yardas por pase, mientras que Purdy estaba tremendamente explosivo con 13'3 yardas ganadas por jugada aérea de promedio.
Iniciando el último cuarto, Tampa Bay se aferró aún al juego con un touchdown que hacía el definitivo 14-27. Rakim Jarrett protagonizaba una recepción de 41 yardas. Una interferencia de pase de Warner sobre Cade Otton les puso a una yarda. Y Rachaad White cumplió empujando el balón para anotar.
Ya los 49ers se relajaron, no tenían nada que perder. Aunque conceder un touchdown más apretaría el partido a solo seis puntos de diferencia. Patearon el balón repetidamente mientras los Buccaneers buscaban esa anotación que les diera esperanzas de remontar hasta el final. Pero no llegó. El primer intento finalizó en la zona roja donde Mayfield fue incapaz de encontrar, sobre todo a Mike Evans, en la endzone. Además se jugaron un cuarto down a 12 yardas de la goal line.
Y el segundo intento acabó rápdio. Tras un extraordinario retorno de 51 yardas de Thompkins, los Buccaneers estaban sobre la yarda 13 rival. Pero buscando a Chris Godwin, Mayfield era interceptado por el safety novato Ji'Ayir Brown. El último punt de los 49ers ya dejaba dos minutos por jugar. Y Tampa Bay, a la desesperada, avanzó hasta medio campo donde se toparon con un sack de Chase Young. Forzó una situación de 4&18 que culminó en pase profundo incompleto.
