
Fue una victoria expeditiva, con más seriedad que brillo. Para desconectar a Raonic, Djokovic entendió que necesitaba poner mil ojos en cada resto, sometido a un bombardeo por parte de uno de los mejores sacadores del torneo. Así, como el número uno es también un especialista contrastado en el arte de devolver y rompe dos veces al canadiense en el primer set para finiquitar la historia. Además, cuando Djokovic se ve al límite, reacciona con un acierto pleno y salva los cuatro puntos de break que concede. FUENTE