
En este programa se produjo la reaparición de Vince McMahon y una lucha en la que no solo estuvo en juego el cinturón máximo de la WWE, sino la carrera de Roman Reigns. Si él perdía, era despedido. Durante la pelea, el mismo Vince McMahon atacó a Reigns, incluso distrajo al árbitro para que la "Liga de Naciones" hiciera de las suyas. Sin embargo, no pudieron evitar la sorprendente derrota de Sheamus.